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jueves, 8 de octubre de 2009

PARA EMPEZAR

Una canción de Franco Batiatto y una postal explican el nombre de este blog.

La canción (pedante y pretenciosa, vale) habla del valor del desarraigo, del relativismo de los que viajan y conocen otros modos de vivir y ser feliz. O yo quiero escucharla así. Habla de exiliados, viajeros y curiosos. Del eros, que es búsqueda, ansia, un almanaque con el mes próximo siempre a la vista.


La postal la envié hace muchos años a un amigo desde Teruel, donde trabajaba. Le hizo gracia que la leyenda dijese: “Plaza del Torico. Place du Torico. Torico Square”. También a mí. Una plaza tiene algo de ágora (aunque haga mucho frío en ella, como en la de Teruel). Convoca a los amigos que llegan por calles adyacentes desde lejanos domicilios. Suele tener confortables bares donde hablar sin prisa. Y allí nos encontramos, como ahora, desde este espacio infinito y próximo. Vinimos; nos iremos. He tenido la suerte de viajar y de conocer gente. De quererla.

Hoy comienzo este blog. Sé que tiene algo de exhibicionista, pero todos lo somos de algún modo. Algunos amigos me conocen bien, y no les sorprenderá. A otros tal vez. Pero así podremos charlar erráticamente mientras tomamos café y pensamos que estamos juntos. Y también me permitirá pensar en voz alta, y dejar que sea al alma la que tome la iniciativa mientras Pascal vence a Descartes por una vez (les raisons du coeur, of course).



Eso es todo. Tratadme con cariño. Os espero. Deseo que las conversaciones que tendremos hagan ciertos estos versos de Luis García Montero. “…y nunca las palabras / sintieron tanto orgullo delante del silencio”.

3 comentarios:

  1. Tengo ese álbum, y aún canturreo a Batiatto. “Nomadas que buscan (…) en las nieblas del norte, en los tumultos civilizados, entre los clarobscuros y la monotonía”…

    www.youtube.com/watch?v=mN5GlQu6ZNE

    Francamente -como gusta decir Quique San Francisco-, no suena igual “Torico Square” que “Plaza del Torico”. Cosas del imperialismo. Aunque ya puestos, deberían haber sido algo más consecuentes: “Little Bull Square”. Así ya queda de peli del Scorsese o del free cinema británico.

    En todo blog, así es, hay siempre algo de narcisismo, pero cuando hay clase y altura, como es el caso, queda compensado porque al lector que lo merece (lo siento, de nuevo el loco turinés) se le ofrece un mapa del corazón y los mejores sentimientos al natural.

    Ojalá seamos merecedores, delicados, firmes, cariñosos, broncas, bizarros, elegantes…, y sepamos disfrutarlo, estar a su altura, porque ante un blog en el que uno se descarna para sus amigos no cabe el silencio, no vale aquello de “sí, sí, lo leo, está muy bien”… No, no vale callar. El silencio, tan bello casi siempre, aquí no es de curso legal. Hay que entrar, leer, rumiar, gozar…, y comentar. Y comentar.

    Este blog es una excelente noticia. Felicidades a todos, y gracias a su hacedor.

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  2. ¡Qué envidia siento de todos aquellos a los que les brotan las sencillas palabras y dicen cosas tan bonitas!. En mi caso sí, sí sirve callar y no comentar más, pero,claramente disfrutar. Felicidades.

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  3. Bueno, Gracias a los dos. CrisCrac, siempre brillante. Efectivamente, quien habla se expone: eso es vivir. Arriesgarse a esos comentarios que no siempre gustan. Así que no seas muy broncas. Lo de la altura... Te refieres a la estatura, claro.
    Y "yo", no calles. Ni sientas envidia de lo que no hay nada que envidiar. Tal vez el mapa del corazón (CrisCrac dixit) esconda no pocas soledades y ansíe torrentes de palabras. Cuánto sabía Freud, y los curas, y los camareros que conocen de verdad su oficio.

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