Se me ha pasado el día, pero hace no mucho se cumplieron siete años desde que abrí el blog, cuando a una compañera de trabajo le hablé de mi voluntad de hacer esto y la ignorancia del cómo. Me enseñó amablemente.
No soy muy dado a conmemorarme. Tampoco hay motivo ni esto es Borges II, ni los diarios inéditos de James Joyce.
Pero hace unos días leí que la pasión amorosa se extingue (o se transforma, no lo sé) a partir del séptimo año. Vaya por Dios. En estos siete le he dedicado más tiempo al blog que a la cosa eroticofestiva. No me siento nada orgulloso.
Estoy meditando si me pasará algo similar. Me cuesta escribir. De los últimos posts, muy pocos son escritura pura, mía, original.
Espero que, como en el tema pasional, sepa reconducir. Creo que me cuesta escribir porque desenchufo muy mal del trabajo, que es cada vez más intenso y absurdo, más administrativo y menos creativo. Y arrastro al fin de semana lo que no he podido/querido hacer entre semana.
Franco Battiato: "Un'altra vita":
Pues puedes sentirte orgulloso de tu "relación" con este blog, ya consolidada, y espero que te sigamos leyendo por muchos múltiplos de 7 más. FELICIDADES ��
ResponderEliminarGracias. Pero no estoy seguro. Miro atrás y veo más energía de la que tengo ahora. Tal vez, como en el poema de Neruda, nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Y lo que escribí no lo escribiría ahora. O aún peor: ahora no tengo fuerzas o ganas para escribir lo que escribí entonces, estos últimos años.
EliminarEspero seguir escribiendo porque me gusta, pero si hago silencio prolongados o la frecuencia de los posts es irregular..., perdonadme entonces.
Atticus..., ni se te pase por la cabeza dejar de escribir, ¡por favor! Los blogueros también evolucionamos. Yo tampoco escribiría cosas que escribí hace tiempo. Yo llevo poco más de seis años con el mío y es verdad que a veces he sufrido crisis bloguera, se me ha pasado por el coco dejarlo. Pero me gusta escribir (aunque no lo haga bien) y es mi manera de sacar mis ansias escritoras.
ResponderEliminarSi disfrutas escribiendo, sigue haciéndolo, que los que te seguimos y leemos te perdonaremos los silencios prolongados, siempre que vuelvas.
Besos
Claro que se me pasa por la cabeza, muchas veces, a todo el mundo que escribe en estas cosas se le pasa por la cabeza. Pero es una tentación errática, supongo que son fases de la vida. En este momento estamos los enseñantes en periodo de burrocracias varias (con RR); estos gobiernos están empeñados en convertir en funcionarios de papeles a los profesores. Agotamos un tiempo que deberíamos dedicar a leer, a corregir... a descansar. Y el estado de nervios de algunos (entre los que me incluyo) es grande. Y yo necesito paz, silencio, concentración...
EliminarPasará, supongo. Pero no les perdono todo el tiempo imbécil que me están haciendo perder.
¡Enhorabuena, Atticusss! Has escrito mucho, bien y a un tempo que ni un metrónomo... Con respecto al "traslado" de tareas al fin de semana, creo que se te ha olvidado algo fundamental para la supervivencia:
ResponderEliminar¡¡¡¡A la mierda!!!!
Muchas gracias, tú que me lees con buenos ojos y mejor oído. Aunque ya me gustaría que fuera verdad lo que dices. Bueno, me gustaría escribir mejor y dedicarme a la literatura, pero Dios no me ha llamado por ahí, ya he aprendido a ser consciente de mis limitaciones y a no deprimirme por tenerlas.
EliminarLo de "¡¡A la mierda!!" lo practico siempre que puedo. De pensamiento casi siempre, uno tiene su educación.
Hombre, ser consciente de nuestras limitaciones no nos impide escribir, hacer música ni ná de ná.
ResponderEliminarPeca, peca de obra y no solo de pensamiento ¡a la mierda con la educación! ¡y con todo si hiciese falta! La educación no nos limpia, aunque es cierto que su falta nos ensucia a algunos (mea culpa)...
Desde luego que no. Pero tampoco conviene creer que el hecho de tener un lugar para escribir nos convierte en grandes escritores. Mucha gente dice "He publicado un artículo...", cuando quiere decir que ha escrito una solemne bobada en su blog, algo sumamente fácil de hacer, al alcance de cualquier soplagaitas (entre los que me incluyo). No doy a esto más importancia de la que tiene: cuento cosas a los amigos y alguna vez me responden.
EliminarLo de la educación merece reflexión aparte: es precisa, pero no basta.
Algo va mal, Atticus.
ResponderEliminarMe refiero a cómo vives (y mueres) la cosa del trabajo. Algo debes hacer y no sé qué es, lo siento, a mí me pasa también.
Y creo que a veces me salva una lucidez: fuera de algunas relaciones personales, por todo lo demás siento una insobornable repugnancia. Mi vida esta fuera de ese vertedero.
Hay responsables políticos de ello -y colegas, bien lo sabes: me cago en su puta cara, en su estupidez intelectual y en el genoma de su prima.
No les demos el gusto de invitarse a nuestra casa.
En cuanto a la pasión amorosa, querido amigo, siete años es una eternidad, pero si fuere así, ahora te tocan siete de ella y al blog que le den for the moment by the cerín.
Ya me cuentas a quien hay que partirle las piernas con un hacha mellada de repetición.
Escribimos porque amamos la Vida.
Algo va mal, lo sé. Y sé desde cuándo, desde que comencé a darme cuenta (cuando los recortes) que no podía con todo el trabajo, que no soportaba la mierdocracia estúpida e improductiva y cuando percibí que aprecio muchísimo la compañía de los buenos amigos, en la misma medida que dejo de soportar la presencia de algunos que se dicen compañeros pero que viven en otro mundo. Como he dicho otras veces, eso sólo quiere decir lo que estoy diciendo, no que yo tenga razón, es un estado de ánimo que va camino de convertirse en un sentimiento prolongado.
EliminarCuando digo que estoy deseando jubilarme, la gente suele preguntarme si tan harto estoy de la profesión. Y rectifico: no, de la profesión no, de las condiciones y condicionantes que la rodean hoy, desde luego. No lo soporto y no soy capaz de sacar adelante con un mínimo de decencia el trabajo. Y eso que apago el ordenador y cierro carpetas a las 21 horas, casi a diario, muchos fines de semana incluidos. Eso no hacen 40 horas, sino entre 50 y 60.
Efectivamente, algo va mal. Y debo ser yo. Porque la vida se me pasa y no me da tiempo a hacer lo que quiero, el tiempo no me da más de sí. Y nadie, cuando se muere, dice que se arrepiente de no haber trabajado más. Nadie.
Los responsables están fuera de los claustros (algunos) y dentro (muchos, muchísimos). Pero a mi casa sólo vienen mis amigos. Por ahora, eso sí puedo elegirlo.
Deja lo del hacha mellada, tú vas con la "Crítica de la Razón Pura" y yo con la "Fenomenología del Espíritu". Vamos a acabar en Alcalá´-Meco. Prisión permanente no revisable, ya verás.
A lo de la pasión le tengo que poner más voluntad.
Felicidades Atticus, 7 años de escritura de calidad como la tuya, son a celebrar. Ahora que lo dices, yo vengo de darme cuenta que el 3 de octubre, mi blog celebró 8 años... y ni me acordé.
ResponderEliminarEntiendo bien lo que dices, a mí me ha pasado lo mismo. Por un lado, tengo menos tiempo y más estrés, pero por otro, me veo cada vez más forzada a escribir en el blog -cuando es algo que va en contra de la filosofía de cualquier blog-.
¿Será la frontera de los 7? No lo sé. En cualquier caso, también lo echo de menos y escribo en trozos de papel en viajes en trenes textos totalmente privados que nunca verán la luz, pero que me calman y me alivian. La necesidad de escribir está allí, quizá lo que cambie sea donde y cómo.
En cualquier caso, enhorabuena de nuevo por la gran cantidad de reflexiones y seguidores que contiene tu blog y por el gran placer de su lectura que nos has regalado.
Yo tampoco me acordé, pero a veces me paseo por el bloguerío y veo que el personal se felicita y hace sorteos y esas cosas. Yo, como ya he dicho, no creo que haya que felicitar nada, y no tengo nada que sortear, salvo unos pelusones que saqué de debajo de la cama, cosecha de 2012...
EliminarPero te lo agradezco. Y que visites esto de vez en cuando y comentes más aún. Ya sé que ahora no tienes la disposición de antes, pero también te leo con atención y me interesa lo que escribes. Por favor, sigue ahí, aunque sea con cuentagotas.
Creo que no has mirado bien lo de los seguidores: 37. Pero es una cifra que me deja frío, visto los centenares que tienen algunos, al modo feisbuquero. Ya sé que soy un poco elitista, pero me molesta esta banalidad rampante, ese ruido permanente que inmpide concentrarse en lo importante.
Esta noche te vas a la Tour d'Argent y me mandas la factura. Que ya la pago yo. Me sorprende que alguien a quien no conozco me diga estas palabras. Bueno, también me sorprende cuando vienen de conocidos.
Te entiendo: tengo la sensación de que cada vez tengo más reuniones a las que asistir y papeles inútiles para rellenar, por no hablar de la ratio...
ResponderEliminarEnhorabuena por tu blog; por esos siete años y por lo que quedan (espero). Sabes que llevo poco tiempo leyéndote, pero siempre es un placer pasar por aquí.
Abrazo!
Muchas gracias por tus amables palabras y sobre todo por molestarte en escribir.
EliminarVeo que sabes de lo que hablo. Lo malo es que la gente que es ajena a este mundo no nos cree, se ríe, piensa que exageramos, que siempre de vacaciones... No vale la pena entrar al trapo. Qué manera de estropear una actividad y una profesión tan hermosa.
¡Hola, Atticus! Acabo de aterrizar en España y me encuentro con esta grata noticia. ¡Enhorabuenaaa! ¡Y que sean 100 años más! Es normal tener crisis. A mí me acontecieron unas cuantas y ahora ya estoy recuperada. Consecuencia negativa gravísima: pérdida de maravillos@s lectoras y lectores. Consecuencia positiva: estoy en un momento de equilibrio absoluto conmigo misma (me he reencontrado, aunque ha costado lo suyo...)
ResponderEliminarTe animo a que sigas con "Nómadas Square" aunque se distancien un poco las entradas. Creo que tu blog se ha construido como un punto de encuentro en la red de calidad, con buenos posts y comentaristas que se detienen de verdad, que realmente te LEEN (no son los típicos e insísipos "me gusta" o similares). Creo que, sin quererlo, has dado lugar a un espacio abierto, a una "Square", donde much@s "Nómadas" que transitamos sin un hogar fijo encontramos ese punto de encuentro para dar expresión a la amistad. Así que, gracias por todo ello y, ¡ENHORABUENA!
Muchas gracias también. Intento no ser banal ni pelma, no sé si lo consigo. La crisis no es existencial (o sí), es que necesito organizar mejor mi tiempo y no dejarme atrapar en esa espiral de trabajo, trabajo, trabajo...
EliminarLo que pretendo con el blog, y me alegro de que a algunos os lo parezca, es que sea un lugar en el que hablar y discutir. Como sugiero más abajo, inteligencia, respeto y sentido del humor. Los insípidos (jeje) tienen otros lugares en los que escribir; los que no tienen nada que decir (valga el oxímoron), también. Y alguno que parece que le tiene alergia a la escritura pero no a la lectura, también es bienvenido.
Los blogs son como buenos amantes. Te esperan sin reclamar, te conocen hasta donde quieras dejarte conocer, te permiten ser el centro o la periferia, el escritor o el lector. Por eso celebro tus siete años.
ResponderEliminarFrente a tu trabajo, que sospecho tiene que ver con la educación, tienes razón en protestar por burocracias ciegas y estúpidas. Después de todo, hemos comprendido mal la sacralidad de enseñar.
Y tampoco está bien que un trabajo lo devore a uno en su tiempo libre pero a veces uno no tiene otra opción. Te diría que lo disfrutes o te daría un pañito de agua tibia; Clarissa Pinkola te aconsejaría huir de lo que depreda tu vida.
Como los buenos, espero. A veces, como los malos, te exigen, te miran aviesamente, te requieren... Un bloguero no suele ser periférico, aunque algunos son demasiado narcisistas, espero que no sea mi caso.
EliminarLo del trabajo lo tengo que solucionar. Todos los docentes nos quejamos de lo mismo: no del trabajo en sí, que nos gusta, sino de las condiciones que lo rodean: ha crecido tanto en horas, en estudiantes, y especialmente en estúpidos papeleos inútiles, que lo ha hecho detestable por improductivo, por rígido, por funcionarial.
Temo no poder huir. Pero intentaré progresar adecuadamente, como se dice por aquí de los alumnos de primaria. No tengo otra vida.