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martes, 23 de septiembre de 2025

SERVICIOS DE (DES)ATENCIÓN AL CLIENTE

No soy mucho de pedir hojas de reclamaciones (tres veces lo he hecho en toda mi vida), pero sí de acudir a los departamentos de atención al cliente.

En una conocida tienda de muebles y decoración encontré una mesita rústica, ideal para un rincón, por solo 50 €. En la caja me dijeron que ese no era el precio (estaba con una etiqueta adhesiva), sino 125, creo recordar. Como me vio mala cara y le dije que el precio indicado eran 50 €, trasteó en el ordenador y me dijo que me lo podía dejar por 105. Naturalmente, no la compré. Escribí al departamento de (des)atención al cliente y la respuesta fue la que os figuráis: lamentamos el problema, nos esforzamos por dar al cliente lo mejor, esperamos seguir contando con su confianza... Pero nada más. O sea, pura retórica bienqueda. He dejado de comprar allí.

En otra tienda, esta de deportes, me enviaron una encuesta y en una pregunta abierta dije (con palabras suaves) que lo del autopago era un mojón. Respuesta: las cajas de autopago tienen como finalidad liberar a nuestros empleados de esa tarea para que puedan atender mejor al cliente. No pude evitar responder que no me gusta que me tomen por idiota: la función del autopago es gastar menos en personal. Procuro no comprar allí.

Hace poco he tenido un problema serio con el coche, uno de esos recurrentes y frecuentes que en otros países cubre la marca y que aquí no, vaya por Dios. Una pasta, así que les escribo a través de Twitter/X y e-mail  (muy difícil por cierto es eso de encontrar su correo electrónico). Por Twitter me dicen que les envíe un privado, que estarán encantados de ayudarme. Me llaman al día siguiente (por esctiro yuyu) y la ayuda consiste en decirme que no se hacen cargo y que pague yo, pese a que reconocen que en otros países sí lo abona la marca y que el fallo es continuo (“recibimos muchas quejas al respecto”, dice el agente). Me quedan los tribunales, claro, porque es mucha pasta.

De las telecos mejor ni hablo. Bueno, un poco. Una de ellas, ante mi amago de irme, me bajó el precio y me regaló un móvil (Samsung Galaxy). Como la primera factura tras el amago ya venía mal, llamé, expliqué lo que había contratado y que me habían enviado, además, ese móvil. ¡Imposible!, casi me gritó, ese terminal nunca lo obsequiamos. Así que, como no me hacían caso, lo devolví y me cambié a otra. No fue la única mala experiencia, estuve unos años en otra que, de vez en cuando, te metía de rondón un extra: 10 céntimos por el servicio de rellamada (que yo no había contratado), unos euros por llamar desde Francia (el roarming estaba incluido), etc. El colmo fue cuando me subieron unilateralmente el precio, por el morro. Llamé, dije que me iba si no me conservaban la cuota y el agente me dijo que la subida era porque me daban una serie de cosas que yo no había pedido ni necesitaba. Hice de nuevo amago de portabilidad y entonces sí me ofrecieron una bajada sustanciosa. Cada vez que yo decía algo malo de ellos, me bajaban la cuota. Finalmente, por la mitad de precio de lo que pagaba y para siempre. Me fui, sentí que me habían engañado durante unos cuantos años.

Hace diez años falleció un familiar. Me ocupé de dar de baja sus servicios (desiguales facilidades, por cierto). En el gas la cosa fue de traca. Les dije que estaba unos días en el domicilio y que luego volvería a mi lugar de residencia habitual, pero no llamaron. Una semana después me llama un técnico, dice que está en la puerta y que no hay nadie. Claro, estoy a 400 kilómetros. Me explica que a él le han dicho que venga al domicilio a retirar el contador. Le indico cuándo estaré de nuevo, que lo anote. Tras varias llamadas conseguimos, meses después concertar una cita. Sin embargo, la compañía me reclama todo ese tiempo que su mala gestión tuvo instalado el contador. Ofrecimos pagar hasta que hicimos los papeles de la baja (unos 80 €), pero nos siguieron reclamando más dinero, de modo que, cansado de explicar a multitud de personas la cuestión, propusimos que nos denunciaran. Hasta hoy, han perdido 80€ y cuatro clientes, todos los miembros de la familia nos cambiamos de compañía.

El año de la pandemia íbamos a hacer unas vacaciones en Polonia en agosto. No nos atrevimos. El viaje de ida lo contratamos con un mayorista, que nos ofreció un vale con duración de dos años para gastar el dinero del billete de avión. El de vuelta era con una de esas compañías rácanas, una de esas que te cobra por respirar fuerte; su respuesta fue que a protestar al maestro armero. Obviamente, la evito siempre que puedo.

Siento que nos toman el pelo, la verdad. Y lamento profundamente si me he puesto un poco bravo (intento ser templado, a veces es difícil) con las personas que me han atendido cuando me he quejado; creo que no les he faltado nunca al respeto y lo cierto es que su tarea es dificilísima: defender a una empresa frente a un cliente que a menudo es engañado o estafado (no siempre, el cliente no siempre tiene razón), y decir amablemente que lo sienten mucho, que esperan seguir contando con tu confianza, que se esfuerzan en hacer las cosas bien y bla, bla, bla...

Tengo también alguna buena experiencia, pocas. De esas en las que la empresa comete un error, se lo come con patatas y tiene contento al cliente. Porque a este se le gana en la posventa... o se le pierde para siempre. Me gustan estas pequeñas, medianas o grandes empresas y, por supuesto, me fidelizan con su buen trato y confianza, del mismo modo que las otras me expulsan. Y yo, que algo de rencoroso debo de tener, se lo digo a todo el que puedo. En un sentido y en el contrario.



Procedencia de las imágenes:

https://www.ayselucus.es/noticia/atenci%C3%B3n-al-cliente-organizaci%C3%B3n-interna-y-comunicaci%C3%B3n-positiva

https://www.facebook.com/Museodepalabreriapolitica/


jueves, 11 de septiembre de 2025

'UNA QUINTA PORTUGUESA'

Sigo con el país vecino, que algunos amamos tanto.

He visto Una quinta portuguesa, una hermosa película, delicada, una pequeña joya. Tiene cierto aire de cine francés, especialmente al de Jean Becker: moroso, de personas corrientes y extraordinarias, a las que les ocurren cosas corrientes y tan extraordinarias como a cualquiera.

Manolo Solo interpreta a un profesor de geografía cuya mujer lo abandona sin explicaciones ni despedidas. Él, desconcertado, se marcha unos días a Portugal y, por ciertos azares (tampoco hay que explicarlo todo) acaba trabajando de jardinero en una quinta portuguesa.

Detecto ciertos fallos de guion. Por ejemplo, el desempeño profesional del jardinero, que no tiene experiencia más allá de cuidar las pocas plantas de su apartamento. También me hubiera gustado saber más acerca del personaje de ella, del que apenas se ofrecen unas pinceladas de su pasado, pero casi nada del presente.

Es una película sobre la soledad y el abandono, sobre la búsqueda del sentido, sobre el desarraigo. Y también sobre la bonhomía. En toda la película veo una catarata de personas buenas y generosas. Seguramente mucho más que cualquiera de nosotros.

No la recomiendo a todos esos que van al cine a comer palomitas, ver explosiones y peleas, cien planos por minuto y encender una y otra vez el móvil. Es una película recogida, íntima, despaciosa y muy bella. Me parece.

Capítulo aparte merece Maria de Medeiros. Perdonen ustedes la cosa personal: a mí me gusta mucho como actriz y creo que aquí la directora no la ha embellecido con aditamentos innecesarios. Tiene 60 años y está más bella que nunca. Es la actriz ideal para esta película a la que únicamente reprocho que no tenga más protagonismo. Porque destila misterio, pasado, vida intensa, esperanzas no siempre realizadas, sabiduría... y belleza serena y eterna.

Tampoco debo dejar de mencionar la labor de otras dos actrices, ambas desconocidas hasta ahora para mí. Primero la portuguesa Rita Cabaço, pura alegría, vida en estado puro, y la serbia Branka Katic, de la que no debo decir mucho sin destripar el final.

Vean la película. Está en un par de plataformas y en alguna sala de cine.



Procedencia de la imagen:

https://www.filmaffinity.com/es/film735516.html

jueves, 4 de septiembre de 2025

LUTO POR LISBOA

Por razones obvias, este blog está de luto por Lisboa.

Aquí somos muy prolusos. Si tuviera que perderme en una ciudad para siempre sería sin duda Lisboa, con permiso de Oporto. Me gusta casi todo: el idioma, la geografía, el fado, Madredeus, Rodrigo Leao, su emergente balonmano, el vinho verde, Maria de Medeiros, la saudade, Fernando Pessoa, Saramago, Salvador Sobral, la revolución de los claveles, el balalhau à brás y todo lo demás que aquí me dejo porque soy un ignorante olvidadizo.

Una vez, hace muchos años, visité Lisboa por primera vez. Hice unas fotografías que (perdonen que no explique las causas) ya no conservo. Casi veinte años después, volví y fotografié ese tranvía que es el logo de este modesto blog.

 


Procedencia de la imagen:

https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1545338962178039&id=254599574585324&set=a.314314821947132


viernes, 22 de agosto de 2025

700


CrisC, Cova, Anónimo (hay varios),  Coeliquore (Coletas, Elena P.G.), Miguel, Terrae, Timonera, Via Morouzos, AAGlez, QQ, Vicky, Lau, Signos, Paraqueloleas, Hécuba, GreenEyes, Elenita, Silvia, Teresa, Kriss, La malarrosa, Romi, Montse, Fer, Luz, c, María, Hécuba, Brixia, Iribú, Lucía, Quique, Albert Esteban, Milena V, Zamarat, U-topía, JCarlosMontag, Lesincele, Rocío G. Tizón, Rafael, Alicia...

Juan Carlos, Marian, Lady Aliena, Abird, Ana...

Gracias a todos. A los del primer grupo por haberse pasado por aquí, aunque haya sido a tiempo parcial. A los del segundo grupo por seguir en este blog de comentaristas menguantes. He intentado (¡intento!) hacerlo bien, pero ni gusto a todos ni hay por qué seguir leyendo y mucho menos escribiendo.

Seguro que me dejo alguno. Perdón. No puedo rastrear todo lo que he escrito durante casi 16 años.

Hay más, los que entraron en una sola ocasión y también los que dejaron su resentimiento y malas formas. A esos no los nombro. Es lo que hay.

Con este post son 700. Amenazo con llegar a 1000, eso será más o menos para el 2033-2035. No sé si viviré tanto.

En cualquier caso, que sepan los del primer párrafo que los echo de menos. Y los del primero... ¡no se vayan!



Procedencia de la imagen:

https://stock.adobe.com/es/search?k=700

sábado, 16 de agosto de 2025

INSOMNIO MUSICAL

El título seguramente es inadecuado. Insomnio es lo que padecí hace algo más de una década: dificultades para dormir, pensamientos intrusivos y despertares a cualquier hora sin posibilidad de seguir durmiendo. Ahora leo en la cama hasta caer rendido y, si me despierto, puedo conciliar de nuevo el sueño. Pero a veces son ya las seis o las siete y noto que no va a ser posible, así que enciendo la radio y escucho. Hoy era el día de “Músicas posibles”, que a esa hora emite maravillas. Es un programa que conduce Lara López, una de las voces más sugerentes de la radio española y a la que conocí (por las ondas, no tengo el placer de haber charlado con ella) en los tiempos del añorado programa “Diálogos 3”, que dirigía y presentaba casi siempre Ramón Trecet. Reconozco que, cuando de vez en cuando estaba ella ante el micro, me gustaba más aún y era por su voz, tan hermosa como las canciones que iba desgranando. Su voz que es la misma y ya no: su juventud ha ido adquiriendo otra cadencia que no es la misma. O sí.

El caso es que esta mañana, a las seis, ha sido uno de esos días de insomnio gozoso y he podido escuchar -muy bajito, tengo vecinos- esas músicas sensacionales, casi atmósferas de madrugada. Música de jazz, de calma, de belleza, versiones y recreaciones, de compañía y de éxtasis.

Pues nada, os dejo con el enlace del programa, por si queréis disfrutar como yo. Y luego su página, acabo de descubrir que ha estudiado Filosofía (¡colega!) y que ha publicado novela y poesía. 

 

https://www.rtve.es/play/audios/musicas-posibles/

https://www.laralopez.com/



Procedencia de la imagen:

https://www.google.com/imgres?q=lara%20lopez%20rne&imgurl=https%3A%2F%2Fimg2.rtve.es%2Fimagenes%2Fmusicas-posibles%2F1621270400860.png&imgrefurl=https%3A%2F%2Fwww.rtve.es%2Fplay%2Faudios%2Fmusicas-posibles%2F&docid=HHkRvYOHAXqOOM&tbnid=oiwzHy2_qxEWnM&vet=12ahUKEwj-xrH8h4-PAxUuUqQEHWdQK2QQM3oECF8QAA..i&w=820&h=900&hcb=2&ved=2ahUKEwj-xrH8h4-PAxUuUqQEHWdQK2QQM3oECF8QAA


viernes, 8 de agosto de 2025

FALTA PERSONAL

Hace poco fue el cumpleaños de mi pareja. Para celebrarlo, fuimos a comer un restaurante en el que no habíamos estado. Entramos, se acercó una camarera y nos indicó una mesa. Estaba al lado de una pared de cristal. Hacía calor. Pasaron cinco minutos, no venía nadie ni traían la carta. Una pegatina en la mesa lucía un código QR. Saqué el móvil y no funcionaba: una vez, otra, otra más, nada. Mi pareja me dijo que se estaba agobiando por el calor. Seguía sin venir nadie, le pregunté si nos íbamos y eso hicimos. En la calle me dijo que tenían frente a nosotros un aparato de aire acondicionado... apagado. En plena hora de calor, a las 14:30 horas.

Cogimos el coche y conduje hasta la otra punta de la ciudad, un restaurante en el que ya habíamos estado dos o tres veces, un buffet libre en el que das al camarero una hoja con lo que quieres y ellos lo traen. Nos atiende otra camarera, dice que solo hay dos mesas libres y que están en un recodo al que no llega bien el aire acondicionado, que no quiere que estemos a disgusto y prefiere advertirlo. Así es, pero no se está mal, nos quedamos. Cuesta que nos atiendan, está lleno, de modo que voy a la barra y le entrego la hoja con la comanda. Tardan un poco, pero los platos van llegando, excepto un arroz; se lo decimos a otro camarero y al rato viene con otro tipo de arroz. Vemos que todos los empleados van a toda mecha, uno de ellos suda ostensiblemente pese a que la temperatura no es mala.

Tras la comida, mientras nos cobran, la camarera que nos atendió se detiene ante tres mesas y nos pide disculpas. Está entre agotada y enfadada. Dice que el cliente merece mejor atención, que no le importa más que estar bien atendido y que debe irse satisfecho, pero que el establecimiento es muy grande y hay poco personal, «¡Falta personal!», añade finalmente, pero los clientes no tienen por qué darse cuenta. Le digo que algunos sí nos damos cuenta y finalmente se marcha cuando las mesas ya comienzan a vaciarse.

Recuerdo que la última vez que estuvimos aquí dejamos algo de propina en el platillo con la cuenta. La mujer que nos atendía se puso entre nosotros y la barra, tapando ese dinero y nos pidió que lo recogiéramos, que las propinas se las quedaban los dueños y los empleados no veían nada de ese dinero. «Por favor», añadió. Parecía muy descontenta. Desde luego, nos atendió estupendamente, aunque a toda velocidad, como ocurre cuando el trabajo de dos lo tiene que hacer uno y, a pesar de eso, hace todo lo que puede y mantiene la educación, pese a algún fallo absolutamente disculpable y que cualquiera de nosotros cometeríamos multiplicado por diez.

Siempre hay que escuchar a los que hacen el trabajo que no hacemos nosotros, nunca decir que otros están peor, jamás añadir que al menos tienen trabajo. Trabajar cara al público es muy difícil, la buena educación es menguante y por eso mismo hay que extremarla.

Si hay una cifra alta de parados y, aun así, falta personal, es por algo.

 


Procedencia de la imagen:

 https://restaurantelleno.com/decoracion-muebles-reciclados-del-restaurante-stork.html

viernes, 1 de agosto de 2025

DEMASIADOS GRITOS

Anoche, en un edificio que está a cien metros del mío, tenían fiesta al aire libre, junto a la piscina. Os podéis imaginar: risotadas, gritos, chorradas en altísima voz... Pasadas las doce de la noche empezaron a desfilar a casa. Media hora más tarde llegó el camión de la basura con gran estruendo; es verdad que estos están trabajando, pero no sé si sería posible bajar el nivel de ruido, porque a las 7:30 llega otro camión, esta vez a llevarse los residuos orgánicos.

Los que necesiten dormir para currar al día siguiente lo tienen claro.

Mejor no digo nada de quienes despotrican contra lo que sea (y quien sea) bajo mi ventana a las tres, las cuatro...

Esta mañana, en el gimnasio más de lo mismo. Lo normal es oír a unos pocos soberbios que odian al gobierno y a sus socios (ellos dicen amar mucho a España). Desde lo de Montoro están algo más callados, pero hoy he reconocido una voz. Un tipo entrado en (muchos) años que le decía (gritaba) a otro que de vez en cuando se pone al asunto con su pareja, que “hay que ver lo de la pastilla, te la pone como una piedra, claro que con dos de veinte no hace falta pastilla”... Todo eso, insisto, a gritos. Sin duda, necesitaba sentirse reconfortado, no vaya a ser que su disfunción eréctil lo acompleje, que es muy macho machote y tal vez fantasea con eso de dos de veinte, que no se acercarían a él ni con un palo.

Por cierto, bendita pastilla azul, nada contra ella, faltaría más, y sí contra el gritón con complejo de alguacil de pueblo y seguramente algún otro complejo.

Después he ido a la compra. El súper estaba lleno, lo que ha sido suficiente para que la choni de turno la emprendiese, sin mediar provocación, contra el presidente de gobierno al que “pagamos las vacaciones y seguro que hasta la comida”, no como a ella. Me he quedado esperando que dijera algo de los viajes sin propósito de una presidenta de comunidad autónoma y de su chalet y su ático, así como de las múltiples propiedades del jefe de la oposición. Otra señora intentaba razonar con ella, pero para qué.

Desconfío de los que levantan la voz, de los que hablan muy deprisa y no escuchan, de los que repiten consignas, de los que se indignan según y contra quién. Desconfío, por lo tanto, de los sectarios, los soberbios, los del yatelodigoyo, los especialistas en todo, los miopes de un lado, los del andador moral y, en general, de los que no saben vivir en sociedad. Porque vivir en sociedad es con-vivir. Y eso implica una amplia dosis de tolerancia y escucha activa.

Hay demasiados gritos. Bajar los decibelios facilitaría la vida en común.

Y con esto, chavales, empiezo agosto y os deseo a todos un estupendo mes si empezáis ahora vuestras vacaciones. Y mi pésame si toca trabajar, espero que al menos haya aire acondicionado.

Un abrazo a todos los que por aquí pasan.



Procedencia de la imagen:

https://www.eltiempo.com/cultura/gente/la-terapia-de-gritos-para-aliviar-el-estres-laboral-que-se-ha-vuelto-viral-expulse-la-presion-en-una-cabina-insonora-3408828

miércoles, 23 de julio de 2025

'LA DELGADA LÍNEA AZUL'

Acabo de terminar la tercera temporada de esta serie sueca.

La recomiendo.

Deja mal cuerpo. No tanto por la brutalidad como por la fealdad de una sociedad que se parece a la nuestra.

Porque hemos construido un relato, seguramente falso, muy falso, sobre el paraíso escandinavo. Pero lo que se nos muestra en esa serie es una sociedad con profundos desconchones, derechos sin deberes, drogas, ningún respeto, arrogancia y soberbia.

Estoy viendo el último episodio de los seis que tiene esta tercera temporada y pienso que habla de la tristeza. Unos policías, personas como cualquiera de nosotros, se sienten desbordados, conocen la realidad y presentan las mismas debilidades que cualquiera. Algunos renuncian a la ilusión mientras otros cumplen kantianamente su cometido.

Los últimos minutos me gustan, tal vez para no arrojarnos solo la desazón a los ojos. Son unos minutos de esperanza, un  brillo puede que fugaz. Pero es que también somos eso, la vida no es solo devastación y mugre, también hay en ella personas buenas y razones para la ilusión.


Tráiler:

https://www.youtube.com/watch?v=3QreSg6YHlg



Procedencia de la imagen:

https://cinemagavia.es/la-delgada-linea-azul-serie-estreno-filmin/

martes, 15 de julio de 2025

QUÉ ES LA POESÍA

 

«La poesía

es fingir que es verdad

lo que es verdad».


        Benjamín Prado: poema «Material», incluido en Acuerdo verbal

 

https://www.youtube.com/watch?v=va1oiojnGrA&list=RDva1oiojnGrA&start_radio=1


jueves, 3 de julio de 2025

CANCIONES DEL NO-VERANO 37 : ENYA


Ignoro la razón por la cual la música de Enya (hipnótica, envolvente y bellísima) casi ha desaparecido. Tengo algún CD suyo y esta calurosa tarde hay algo que me ha pedido volver a casa.

Ahí van unas muestras:

https://www.youtube.com/watch?v=7wfYIMyS_dI&list=RD7wfYIMyS_dI&start_radio=1&rv=7wfYIMyS_dI

https://www.youtube.com/watch?v=Jl8iYAo90pE&list=RD7wfYIMyS_dI&index=2

https://www.youtube.com/watch?v=bPCdsa7hS7M&list=RDbPCdsa7hS7M&start_radio=1



Procedencia de la imagen:

https://radiosol.cl/que-fue-de-enya-la-reina-de-la-musica-new-age/

martes, 24 de junio de 2025

UNA CONFERENCIA DE ÁNGEL GABILONDO

Es soso, ya lo decía él cuando fue candidato a la Comunidad de Madrid... y perdió. Inexplicablemente. Contra Isabel Díaz Ayuso.

Pero hoy no va de política, tal vez en otra ocasión.

En realidad no es soso, solo lo parece, como un disfraz.

He escuchado a Ángel Gabilondo en directo dos veces; en una incluso pude hablar con él porque iba con una amiga que fue alumna suya. Un tipo tímido y cordial, que escuchaba más de lo que hablaba, como suele suceder con los que tienen algo que decir.

En ambas conferencias se creció en el diálogo con los que allí estábamos, en la improvisación pura, fruto de la sabiduría y la reflexión de muchos años.

He leído solo dos libros suyos: Alguien con quien hablar y El salto del ángel. Ambos al alcance de todos y muy provechosos.

Entre el lunes y el martes, mientras pedaleaba en el gimnasio, he escuchado esta conferencia que dio en Cataluña, allá por 2012, según dice YouTube. Va sobre Kant, pero que nadie se asuste, la filosofía es para todos y Kant, como dice Gabilondo, es un clásico porque es actual.


Esta es la conferencia:

https://www.youtube.com/watch?v=mX2dnBKAsyI



Procedencia de las imágenes:

https://www.amazon.es/Alguien-quien-hablar-%C3%81ngel-Gabilondo-ebook/dp/B006CO6UY8

https://www.todocoleccion.net/libros-segunda-mano/el-salto-angel-angel-gabilondo-editorial-aguilar-2013~x341118328



miércoles, 11 de junio de 2025

EVOCACIÓN DE NUEVA YORK

Este sábado iré a la Feria del Libro de Madrid. Lo hago casi todos los años, aunque no siempre compro, pero me gusta ir. Reconozco que me molesta un poco esa devoción por el famoso, que a menudo no ha escrito su libro, sino que lo ha hecho el correspondiente negro, que seguramente es mejor llamar escritor fantasma.

He leído que este año la invitada es Nueva York. Y eso me ha llevado a rememorar aquel viaje maravilloso que hice en julio de 2011, y que aquí plasmé en una especie de crónica personal en cinco entregas: «Crónicas neoyorkinas».

Prometí volver. Prometí llevar a mi hijo, que entonces era menor de edad, para que me acompañase al Smoke. Han pasado casi 14 años, él no quiere ir a la ciudad y a mí se me han pasado las ganas de visitar ese país nuevamente. Tampoco he conseguido que se aficione al jazz, por cierto.

He recordado especialmente la ciudad de Nueva York porque acabo de terminar un libro de Eduardo Mendoza, El rey recibe, que se desarrolla parcialmente allí. Aprovecho para decir que el libro no es, a mi juicio, un Mendoza de primera. Más bien parece escrito dejándose llevar, introduciendo personajes y narraciones sin demasiado sentido, sin que la narración progrese con un hilo. Es Mendoza, por supuesto, con su fina ironía y sus observaciones punzantes, pero está muy lejos de ser el mejor. A mí es el que menos me ha gustado y he leído casi toda su obra.

Sin embargo, he recordado otro libro de él, que leí a raíz de aquel viaje, Nueva York, muy poco conocido y agotado. Lo busco en mi modesta biblioteca... y no está. Veo que Amazon lo vende. 72 pavos. Aprovecho para pedir a quien lo tenga que me lo devuelva. O que me dé la pasta que ha debido obtener por él. Recuerdo que no era una guía de viaje, sino una serie de reflexiones en calles, plazas y gentes, una curiosidad que leí con devoción y que ojalá pueda recuperar.

También leí, para preparar aquel viaje Lugares que no quiero compartir con nadie, de Elvira Lindo. Esta vez sí es una especie de guía personalísima y muy divertida de sus lugares favoritos en esa ciudad. Visité algunos, por ejemplo el Smoke, uno de mis mejores recuerdos de entonces.

Sí tengo una edición cochambrosa de Poeta en Nueva York, que leí de camino, en el avión, y a la que vuelvo a veces. Es el Lorca que más me gusta y recomiendo igualmente un disco que se grabó con versiones internacionales de los poemas de ese libro.

Tampoco tengo en mi biblioteca Brooklin Follies, libro que regalé a una mujer con la vana esperanza de ir juntos a Nueva York. Lo leí años después, no en ese ejemplar, tan desaparecido como ella. No acabo yo de entrar en ese autor, pese a que lo intento una y otra vez. Igual es por lo referido antes (psicoanálisis de baratillo).

Así que aquí estoy, en esta nublada mañana de junio, recordando aquel tiempo neoyorkino. No soy nostálgico, es raro. Por favor, que alguien me devuelva mi ejemplar del libro de Mendoza.


https://www.youtube.com/watch?v=vqU9449nwYI&list=PLaOZk80wy1COC-pWmSXp-92-NaJCQxIti



Procedencia de las imágenes:

https://www.goodreads.com/book/show/4462759-nueva-york

https://www.anagrama-ed.es/libro/panorama-de-narrativas/brooklyn-follies/9788433970923/PN_629


viernes, 30 de mayo de 2025

‘HIJOS DE LOS HOMBRES’

La vi hace poco. Me la sugerían las plataformas a las que estoy suscrito y yo, que no sabía nada de ella, la dejé pasar. Anoche, por uno de esos pálpitos, en un corte publicitario de Forjado a fuego (sí, lo siento), decidí darle al play.

Es una película apocalíptica. Se rodó en 2006, la dirigió Alfonso Cuarón, y se sitúa en el ya muy próximo 2027. La humanidad ha perdido su capacidad de reproducción y, en consecuencia, se encamina hacia su extinción. Hablan de una pandemia de gripe en 2009, pero no queda clara la razón de esa esterilidad planetaria. El humano más joven tiene casi veinte años, desde entonces no ha nacido nadie.

Vemos muchísimas secuencias en un Londres terrible, inhóspito y radicalizado. Los refugiados son perseguidos, internados en campos, maltratados (“Me dais asco”, dice un policía). Se pide a la gente que los denuncie, tanto si se trata de su empleada de hogar como su dentista. La ciudadanía se convierte en el pasaporte a la supervivencia, pese a que en una escena no les sirve de nada.

La policía no es la que hace cumplir la ley, sino que es la ley. En una simbiosis con el ejército, se muestra brutal y despiadada. Los refugiados/inmigrantes son poco menos que escoria, infrahumanos, ratas.

Me interesan dos cosas fundamentalmente. En primer lugar, lo de la pandemia que lo cambió todo (con el COVID vimos algo así, aunque a menor escala), comprobamos lo débiles qué somos como sociedad y lo necesario que es tener unos servicios públicos fuertes y eficaces. En segundo lugar, los refugiados y cómo la identidad política mal entendida los convierte en el chivo expiatorio, sin percibir que son igual de humanos, que también están afectados por la infertilidad y que, como el judío Shylock en El mercader de Venecia, aman, sufren, se duelen, se ríen...

No puedo dejar de mencionar a esos resistentes, muchos de los cuales no dejan de ser terroristas, vengativos, sin más argumentos que un fusil con el cargador lleno. Por supuesto, aquí su resentimiento político parece tener causa noble. Otra cosa son los medios y los daños que van causando y que les acercan a los de sus represores.

Obviamente, no puedo dejar de proyectar lo que veo en lo que ofrecen los telediarios diariamente: quienes llegan a Canarias o a Lampedusa, quienes son casi exterminados en Gaza, los que masacran al diferente...

Lo peor que le puede ocurrir a una película apocalíptica es que pasen los años y se convierta en un pastiche ridículo. Esta no lo es.

Por último, además del protagonista, Clive Owen, conviene destacar en un papel muy corto a mi adorada Julianne Moore y al maravilloso Michael Caine, que interpreta un papel tan breve como glorioso: casi es el último hombre bueno. Porque también de eso va la película: de la condición humana en tiempos extremos, de los que no se apean de la bondad.

Una secuencia me ha estremecido especialmente (¡spoiler!): aquella en la que el protagonista sale con la mujer que acaba de tener un hijo y se abren paso entre los soldados/policías. Estos se asombran, lloran, se arrodillan, se santiguan, se enternecen... Quienes hayan visto Senderos de gloria descubrirán analogías.


Trailer de la película:

https://youtu.be/Ysl41vlR3aA



Procedencia de las imágenes:

https://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-60792/

https://www.sensacine.com/actores/actor-2535/fotos/detalle/?cmediafile=18670936




viernes, 23 de mayo de 2025

HETERODOXOS ANÓNIMOS

Bueno, no tan anónimos. Hablo de esos que son capaces de pensar contra ‘los suyos’, incluso de esos que no saben quienes son los suyos.

Me gustan. Son los que valen la pena.

Los otros, los de la ortodoxia, son los que dicen algo muy convencidos contra el partido que gobierna y, cuando el suyo llega al poder, mutan su discurso con el mismo arrebato.

Tienen un gran sentido de la familia. De la suya, claro; las demás son todas imperfectas. No oses decir nada de sus papis o hermanos, eso es terreno blindado y peligroso. Con los hijos menos aún.

Están en contra de los abusos sexuales a menores (hay que ser muy mostrenco para no estarlo) y, cuando se les pide que se pronuncien sobre la pederastia en la Iglesia, se indignan achacando una persecución a los católicos (o la religión que posea el interfecto).

Son los adeptos de cualquier ‘ismo’ y compran el pack completo. Hay muchos ismos y es difícil dialogar con ellos porque se consideran críticos y poseedores de la verdad. Pero ay de ti como intentes ser crítico con sus creencias. Porque son creencias. He de añadir que muchas de esas causas que defienden son nobilísimas, pero ellos no tanto.

Este post está emparentado con uno de hace pocas semanas: “Los brasas”. No solo son fieles a la ortodoxia, sino que su apostolado es francamente molesto y cargante.

Yo he estudiado Filosofía, también algo de Psicología. Hay abundante bibliografía respecto a estas cuestiones. Como no quiero ser muy plasta, recomiendo cualquier texto sobre lógica informal (en internet, por cierto, hay páginas excelentes), así como el libro de Ortega y Gasset Ideas y creencias. Y, si no es mucho pedir, que repasen a Kuhn, Lakatos y Popper. Al menos que vean Zelig, la peli de Woody Allen.

Los míos, concluyo, son los que no saben quiénes son los míos. Como decía Machado, los que viven en guerra con sus entrañas y, como proponía Hannah Arendt, intentan pensar sin asideros.



Procedencia de las imágenes:

https://deconceptos.com/ciencias-sociales/heterodoxia

https://www.todostuslibros.com/libros/ideas-y-creencias_978-84-206-4129-4


martes, 13 de mayo de 2025

EN FAVOR DE LAS NORMAS (JUSTAS)

Hace unos años, cuando existía la asignatura de Valores éticos, y antes en Educación para la ciudadanía, ponía un deber a mis alumnos: redactar, al modo de un breve ensayo o de un relato, cómo sería un día sin derechos, sin ningún tipo de derechos. El resultado, dejando aparte los rutinarios para salir del paso, era estremecedor. Los estudiantes eran conscientes al verbalizarlo de que podemos vivir más o menos tranquilos porque hay alguien que garantiza nuestros derechos. Es decir, que no nos roban impunemente y a todas horas, que no nos golpea el más fuerte, que la policía no nos asalta poniéndonos la pistola en la boca, que hay alguien que procura que podamos vivir en paz.

Sí, ya sé que no todos, que no todas. Y también sé que algunos lugares del mundo son el infierno. Tan ingenuo no soy. Hablo del país y el tiempo en los que vivo. Imperfectos, pero muchos mejores que otros.

El ejercicio tenía como objetivo hacerles ver la necesidad de las normas. De todo tipo de normas. De las simples reglas de urbanidad, que facilitan la convivencia. De las normas de circulación, que impiden los accidentes continuos, pese al empeño de algunos en vulnerarlas una y otra vez, ya que otros las respetamos y por eso conducir no es siempre la selva. De las leyes jurídicas, que permiten la custodia judicial, las garantías, la protección del ciudadano.

Los estudiantes tendían a decir que todo está muy mal. Es misión del profesor poner las cosas en su lugar. Es preciso que haya normas y aún más que sean justas. Porque en las dictaduras también las hay, muy rigurosas por cierto, pero nada justas. Siempre hay algunos que añoran las tiranías; a alguno de piel oscura le he tenido que recordar que en cierto régimen alemán acabaría, como yo, el el horno crematorio. El conocimiento del pasado (reciente) es necesario, la ignorancia es campo abonado para los fanáticos, para que los resentidos encuentren un abono que también terminará con ellos. La mayoría ignora que en España hubo campos de concentración y que muchos españoles murieron en ellos, aquí y también en otros en Europa, ahora que se cumple el aniversario de la liberación de Mauthausen.

La democracia no es perfecta, desde luego. Las tiranías no es que sean imperfectas, es que son el peor de los horrores imaginables. Les recomiendo que lean no solo sobre los campos de concentración, sino también sobre las limpiezas étnicas. Tenemos una en vivo y en directo y hubo otra en el corazón de Europa en los noventa. También lo saben en Latinoamérica. En realidad, no hay lugar en el mundo libre de la tortura, el asesinato y la ley del más fuerte.

Esa batalla sí hay que darla: contra la barbarie, la ignorancia, la intolerancia, el fanatismo, la crueldad, la injusticia, la miseria, la esclavitud...

Por eso, todo régimen que se precie, necesita normas. Insisto: normas justas, revisables, mejorables. Normas que respeten la dignidad y hagan posible la particular felicidad de cada cual.

Y, si alguien desea meterse en algo más hondo, le recomiendo consultar qué es eso del velo de ignorancia, algo que desarrolla John Rawls en su Teoría de la justicia.



Procedencia de las imágenes:

https://virtual.cuc.edu.co/blog/que-son-las-normas-juridicas

https://biblioteca.ufm.edu/opac/record/7532

miércoles, 30 de abril de 2025

‘PARTHENOPE’

He visto dos películas de Paolo Sorrentino: La gran belleza (2013) y La juventud (2015). Ninguna de ambas me ha acabado de llenar. Si tengo que elegir, me quedo con la segunda, aunque solo sea por el encuentro crepuscular entre Michael Caine y Harvey Keitel, así como por ese homenaje (o lo que sea eso) a Maradona.

La primera estoy viéndola de  nuevo, con mayor agrado que cuando la vi en el cine, aunque participa de lo mismo que la que Parthenope (2024). Porque La gran belleza me pareció demasiado larga, deshilachada y falta de interés, a no ser que entres en su universo narrativo y sus referencias a Italia, a Roma, al Fellini de La dolce vita (1960) y a sus filias y fobias. Que no son las mías, desde luego.

Vi Parthenope hace unos días. Y me ha pasado algo parecido. 136 minutos en los que se recrea en historias paralelas, personajes a menudo irrelevantes, encuentros, búsquedas y exploraciones de la vida y, muy especialmente, Nápoles, Nápoles y de nuevo Nápoles. Omnipresente Nápoles a través de los ojos de Parthenope, una joven de deslumbrante belleza, de cuyas motivaciones no sabemos demasiado, salvo que estudia antropología y que a su alrededor ocurren cosas, a veces extraordinarias y otras de una banalidad exasperante.

Y, cuando la película está avanzadísima y nos han mostrado multitud de instantáneas de la juventud de Parthenope, hay un salto de cuarenta años y poco después se termina la película. La vida de la protagonista se nos sustrae.

En ese momento yo no sé si me ha gustado, qué me han contado y por qué acaba de ese modo. Recuerdo todos esos personajes (muchos, demasiados) que han desfilado y cuyas historias parecían tener recorrido, aunque no ha sido así.

Sigo pensando si, como dicen algunos, Sorrentino es un genio y un outsider, o si solamente filma lo que le da la realísima gana sin atenerse a una narrativa convencional. En ello estoy. Porque Parthenope tiene, aparte de lo dicho en los párrafos anteriores, una extraña y fascinante belleza; es poética, metafórica, inquietante, sugerente, quebradiza, fragmentaria, exagerada, folclórica, elitista, pictórica...

 

Tal vez en esos enlaces alguien encuentre alguna clave:

https://anatomiadenapoles.wordpress.com/2016/11/16/mi-bella-sirena-parthenope/comment-page-1/

https://es.italiani.it/N%C3%A1poles-y-el-antiguo-mito-de-la-sirena-de-Parthenope/



Procedencia de la imagen:

https://www.aceprensa.com/resenas-cine-series/parthenope/

jueves, 24 de abril de 2025

DÍA SIGUIENTE AL DÍA DEL LIBRO

Suelo decir que los lectores no necesitamos el día del libro. Veo muchos fuegos artificiales, demasiados, y no poco negocio a costa sobre todo de la narrativa. También instituciones que justifican su pobre desempeño hinchándose como pavos este día, hoy ya no hay nada.

Veo a Álvaro Pombo muy delicado, pero con la cabeza en su sitio, recibiendo el Premio Cervantes. Leed a Álvaro Pombo; no todo lo suyo me gusta, pero merece la pena.

Veo el negocio legítimo de las librerías y grandes almacenes. Igualmente, la sinceridad apabullante de las bibliotecas, a las que nunca agradecemos lo suficiente su tarea. A diario.

El martes vi a un joven por la calle leyendo. Caminaba deprisa. Recuerdo que una vez me dijo una mujer, cuando yo hacía eso mismo, que no se puede andar y leer a la vez. Le respondí que yo sí puedo.

Ayer cogí el cercanías en Madrid. A rebosar. En mi vagón había cuatro personas leyendo, cuatro mujeres, diversas edades. Frente a mí, una joven leía The great Gatsby, así, en inglés. Y pensé que tampoco ellas necesitan día del libro.

A mí lo que me gusta es leer y olvidar que existen el tiempo y el mundo.



Procedencia de las imágenes:

https://www.tiktok.com/@larazon.es/video/7496466882556349718

https://www.lecturalia.com/blog/2012/06/14/leer-mientras-caminas/

miércoles, 16 de abril de 2025

VARGAS LLOSA IN MEMORIAM

Se nos ha muerto Vargas Llosa.

Y yo soy un lectror agradecido. Un lector, no un fan. Porque dicen que sus posiciones políticas estaban muy a la derecha. Es posible, pero eso es legítimo y, además, nada dice de sus magníficos libros. Conocí a un profesor de Lengua (¡y Literatura!) que lo odiaba precisamente por eso y se negaba a leerlo. Pobre, y poco profesional, por cierto. Es como si un docente de Filosofía se niega a leer y a explicar a santo Tomás o a Karl Marx.

Hoy no vengo a eso. Estoy repasando mi modesta biblioteca y veo que tengo nueve libros de Vargas Llosa: Pantaleón y las visitadoras (comprado en 1983), La guerra del fin del mundo (1984), La tía Julia y el escribidor (1985), La casa verde (1986), La ciudad y los perros (1986), La señorita de Tacna (1987), Los cachorros (1993), Lituma en los Andes (1994) y Elogio de la lectura y la ficción. Discurso ante la Academia Sueca (2011). Compruebo que me faltan dos que alguna vez tuve y extravié o no me devolvieron: Los jefes y Conversación en la catedral (por favor, si alguien que esté leyendo esto los tiene, nunca es tarde para que los retorne a su legítimo dueño, o sea, yo). También he leído, prestado, El sueño del celta, que me gustó sin entusiasmarme y El hablador, dicen que una obra menor, pero nada desdeñable a mi juicio.

Lo leí mucho en los ochenta. La verdad es que fueron años de leer a todos esos que se agruparon bajo la etiqueta de boom latinoamericano. Ya no los frecuento tanto, pero no por eso dejan de ser el sustrato del que se alimentaron mis horas de felicidad y mi aprendizaje como modesto juntaletras.

Es imposible reseñar su obra. Yo solo me atrevo a recomendarla a los pocos que aún no le hayan hincado el diente, los ojos y el entendimiento. Porque -insisto- soy un lector agradecido; es curioso que nos afecte la muerte de alguien a quien no hemos conocido más que a través de sus libros. Bueno, yo tuve la ocasión de escucharlo en una conferencia más política que literaria y de pedirle que me firmase un libro que regalé, pero eso no cuenta, lo importante es lo que ha escrito. Y aquí es donde veo unas historias sensacionales, que a veces parecen desmentir sus convicciones políticas, un lenguaje perfecto, a veces barroco, con localismos cuando son precisos y nunca aburridos. Por cierto, para los que crean que es un autor tostón, que lean La tía Julia y el escribidor o Pantaleón y las visitadoras. Es que también tenía un sentido del humor inteligente, agudo y cáustico.

En definitiva, que escribo esto como agradecimiento de lector que, lo sé, volverá sobre él.

De momento, y para los muy perezosos, recomiendo que lean el discurso de agradecimiento cuando le dieron el Nobel, allá por 2010. Son 33 páginas y al final incluso el enlace al vídeo. Bueno, que no sean holgazanes y que lo lean en cualquier dirección: cada lector es soberano, pero el menú Vargas Llosa es apetitoso y nutritivo siempre.

Adiós, maestro.

 

 Discurso ante la Academia Sueca  por la concesión del Nobel en 2010:

https://www.youtube.com/watch?v=c2lAhfSgaGg



Procedencia de las imágenes:

https://theconversation.com/un-paseo-por-las-novelas-de-mario-vargas-llosa-254524

domingo, 6 de abril de 2025

LOS BRASAS

Vi hace poco una entrevista con Arturo Pérez-Reverte. La verdad es que casi toda ella me pareció un poco de cuñao. A mí lo que me interesa de un escritor es lo que diga y haga respecto a su particular curro, lo demás es tan irrelevante como lo que cualquiera pueda pensar y decir. Yo también por supuesto, estoy dispuesto a admitir que un blog tienen algo de opiniones de un cuñao. Menos mal que aquí nadie viene obligado.

En esa entrevista, no obstante, salió el tema de las creencias. Y Pérez-Reverte sostuvo que a ves hay una escala que comienza con el creyente, sigue con el apóstol, se prolonga con el inquisidor y termina con el verdugo. Cómo no estar de acuerdo, basta un leve repaso a la historia.

No me refiero a la religión (y no recuerdo de qué hablaba él), sino de algo más amplio: el vasto campo de las creencias de todo tipo, poco sustentadas en argumentos e impermeables a la crítica. De hecho, hay muchos que pregonan la necesidad de ser críticos, pero se irritan sobremanera si la crítica es hacia ellos o sus creencias.

Tampoco creo que sea necesario insistir en que nada tengo contra los creyentes en lo que sea, que cada cual haga en esto de su capa un sayo. El problema viene si se dan los pasos siguientes. Por ejemplo, el del apostolado. O sea, dar la brasa con una verdad que el creyente tiene como absoluta, pero que no deja de ser una creencia particular.

El apóostol-brasas da la murga a poco que le prestes atención. Quién no conoce alguno. Recuerdo a un tipo que lo sabía todo acerca de la conspiración del 11-M. Por supuesto, fue un montaje, nada de lo que nos han dicho es verdadero y los que condenaron los jueces son cabezas de turco, encarcelados con pruebas falsas. Hace tiempo que no veo al individuo en cuestión, me dicen algunos conocidos comunes que sigue igual. Porque son inasequibles al desaliento.

Con los de las vacunas ocurre lo mismo: el grafeno, el chip, el control social, Soros, Gates, los gobiernos, el nuevo orden mundial, el magnetismo, el 5G... Como todo eso es irrefutable porque no es comprobable y ellos son reacios a la falsación, todo vale.

¿Terraplanistas? Tal vez hace cinco siglos tuviera sentido la discusión (espóler: no), pero ahora carece de sentido.

¿Creacionistas? Pues eso, crea usted en la creación, pero no nos dé la murga a los demás; visite el Museo de la Evolución de Burgos, lea a Darwin, vea la película Herencia del viento... Ah, que no, que eso forma parte de la gigantesca conspiración.

El tema da lo mismo: los propuestos en las líneas anteriores o el cine de Kaurismaki, la fotografía analógica, la alimentación natural, el yoga, Heidegger, el youtuber de turno, la cábala o lo que a usted se le ocurra. El caso es dar la brasa, estar por encima, ser un iluminado, un soberbio, un sabelotodo... Saberse importante.

No sé como hacerles frente. Me admiran esos que a la mínima recurren al argumento Fernán Gómez-Labordeta: “¡A la mierda!”. O los que fruncen el ceño y preguntan si quiere bolsa, señora. Yo huyo en cuanto puedo y, si ya los conozco, evito su compañía.

Si soy uno de ellos, recomiendo conmigo lo del párrafo anterior. Ale, me voy a planchar.



Procedencia de las imágenes: 

https://es.aleteia.org/2018/12/29/ideas-para-tener-paciencia-con-una-persona-pesada

https://x.com/NavarraalNatura/status/1174231955413643264