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domingo, 16 de febrero de 2025

ESCUCHA Y ATENCIÓN

Creo que tenemos un muy serio problema de atención. Lo veo por mis estudiantes (extudiantes, diría, inventándome el palabro). Pero no solo: a diario soy espectador de desatención a las palabras de otro, del otro. Si este hace frases de más de diez palabras estamos perdidos, mucho antes el hilo se ha extraviado.

La atención es una disposición voluntaria hacia algo. Escuchar precisa esa atención y, a mi juicio, eso indica que reconocemos al otro como interlocutor, que respetamos su discurso, que estamos dispuestos a sopesar sus argumentos, que tenemos interés en él, en lo que dice. No un interés instrumental, sino un interés desinteresado (valga el oxímoron).

Atención y escucha están ligados a la noción de respeto: el otro es digno de ese préstamo, porque decimos que la atención se presta, mientras que la razón se da.

Quien solo se escucha a sí mismo tiene un problema. Con eso quiero decir que necesita de la atención de otros, no que sea un brasas (que también, a veces), sino que en el páramo de la mutua ignorancia, precisa agarrar fuerte a alguien del  brazo... y ser escuchado.

Yo sé por qué y por quién escribo esto. Ustedes perdonarán la chapa.



Procedencia de la imagen:

https://www.psycolab.com/prestadme-atencion-el-proceso-atencional/

4 comentarios:

  1. No es ninguna chapa, tus reflexiones siempre me gustan, dices muchas verdades, o al menos dices muchas cosas que coinciden con mi forma de ser y pensar, me llevas a reflexionar
    Me fastidian mucho esas personas que siempre están buscando tu escucha, que le prestes tu atención, pero luego no tienen ningún interés en escucharte a ti, ni les interesan tus cosas. Si te soy sincera, hace tiempo que me sacudí de esas personas y solo me quedo con amig@s a los que les importo y saben escucharme.
    Suelen decirme que una de mis virtudes es que sé escuchar, suelen pillarme de confidente y eso me gusta, pero claro solo de mis mejores amig@s, no soy confidente de brasas varios. Una persona del curro es brasas al máximo exponente y aunque solo me habla de tema "trabajo", lo que hago cuando se me enrolla dando vueltas y más vueltas sobre alguna cosas, es desconectar, y me va bien, porque otra opción sería irme, y dejarla con la palabra en la boca para no tener que aguantarla (cosa que más de uno hace) y tampoco es plan, porque sería una falta de respeto, pero esa es otra historia...
    En fin, que sí, que hay mucha falta de atención en general, mucha gente que solo se escucha a sí mismo. Ellos sabrán...
    Besos

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    1. Bueno, a veces sí, todos tenemos nuestras fijaciones y hay que mirar alrededor, a ver si a los demás interesa algo de lo que estamos diciendo. Lo mismo que deberían hacer ellos, porque de lo contrario la conversación es un partido de tenis en el que no hacemos ni caso a las bolas del otro.

      Los brasas del trabajo son una peste. Los profesores de los que más, te lo aseguro, muy obsesivos con lo suyo.

      Escuchar, insisto, es honrar al otro. Con su silencio activo, con tu atención a tiempo completo.

      Besos.

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  2. No es ninguna chapa. Hoy en día, la sociedad si no tiene delante una pantalla, está perdida. La comunicación cara a cara se está perdiendo y, con ella la atención y el respeto.

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  3. Que sí, que sí. Lo bueno de eso es que la gente te lee si quiere y cuando quiere. Comenta si le parece oportuno y deja de hacerlo sin más.

    Lo de las pantallas no estoy seguro. Tengo que pensarlo más. En cualquier caso, sí me parece cierto que el personal se atreve a ser más grosero y a hablar demasiado, en lugar de ponerse a estudiar y a profundizar, que son actividades muy útiles para cultivar la atención.

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