Me ha costado leer este libro. Mejor dicho, tenía reservas porque los últimos de la autora no me habían atrapado en absoluto, como si tirase de oficio y poco más, eran banales y prescindibles. Pero me equivocaba: Esclavos del deseo está en la línea de las mejores novelas de Donna Leon, como sus primeras narraciones.
No quiero destripar nada. Va de deseos sí, pero sobre todo es un texto sobre la suciedad humana, sobre la maldad y la codicia. Esa codicia que no repara en que con las personas no todo vale, que somos fines y no medios, como diría Kant.
Allá que va el bueno de Guido Brunetti, un tipo bien asentado en la realidad, pero que lee a Tácito y a otros clásicos y comprueba lo poco que ha cambiado la condición humana. Brunetti quiere el bien, pero sabe que es una delgada lámina, frágil y siempre amenazada. Y aún así persevera, con ese punto de obsesión por la justicia y también por la piedad ante el sufrimiento ajeno.
Recomiendo también alguna escena hogareña, especialmente dos. En una Raffi le habla de un profesor empeñado en que la realidad se ajuste a sus mentirosas creencias sobre el pasado supuestamente glorioso de Italia. En la otra Chiara se queja porque en el instituto no les dejan utilizar el móvil siempre, y dice que eso es tratarlos como esclavos; en este momento hay que dejar de leer, recordar las páginas precedentes y pensar.
También es un libro sobre el amor. No digo más.
PD: Leo mi reflexión y me doy cuenta de que no he contado de qué va, como hacen casi todos los que reseñan libros en los blogs. Ya, es que yo no hago reseñas, de manera que leedlo si os apetece. O leed la contraportada, ahí está la sinopsis.
Procedencia de la imagen:
https://www.amazon.es/Esclavos-del-deseo-Biblioteca-Formentor/dp/8432238686