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domingo, 28 de septiembre de 2025

‘EXTERIOR NOCHE’ Y ‘LA GRAN AMBICIÓN’

Sé que este post no va a interesar a casi nadie, aún menos que los anteriores.

Porque va de una serie y de una película italianas ambientadas en los años setenta y ochenta.

Exterior noche (2022) está dirigida por Marco Belocchio y cuenta la historia del secuestro y posterior asesinato (no hay spoiler: es Historia) del líder democristiano Aldo Moro cuando estaba a punto de establecerse una colaboración entre ese partido y el PCI, liderado por Enrico Berlinguer. La serie, de seis capítulos está narrada cada uno de ellos desde el punto de vista de un personaje central: el propio Aldo Moro, su mujer, el papa... Transpira verdad y dolor.

La gran ambición (2024) es un biopic del secretario general del Partido Comunista Italiano. El actor que lo interpreta, Elio Germano,  es fantástico y la serie mezcla la ficción del director (Aldrea Segre) con documentos de época. El final es desgarrador y, si le tengo que poner algún pero es que echo de menos que aparezca en la trama el atentado de Bolonia (1980) y que los últimos años de Berlinguer apenas se tocan. Sí se centra en la invención del eurocomunismo y en la ruptura con la URSS.

Ya no existe la Democracia Cristiana ni tampoco el PCI, reconvertido a la socialdemocracia. La política italiana actual parece un circo sin gracia. Y que me perdonen, tampoco la española es como para estar orgullosos. Y ya se sabe que a río revuelto ganancia de totalitarios.

He hablado con italianos, algunos jóvenes. No saben casi nada de esa época. Pero no se lo reprocho más que a los de aquí, que ignoran casi todo, que creen que Adolfo Suárez es solo el nombre de un aeropuerto y que ETA les parece algo prehistórico. Sin embargo, algunos tienen esa nostalgia imposible de los tiempos franquistas, en los que, me temo, no les gustaría vivir. Esas añoranzas estúpidas e ignorantes no las comprendo.

De modo que, aunque solo sea por aprender algo, conviene verlas. Recomiendo la versión original con subtítulos. Ahí van los tráilers:

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=NszGBb8yZ4Y

https://www.youtube.com/watch?v=5du0feXsD_E



Procedencia de las imágenes:

https://www.filmaffinity.com/es/film283820.html

https://www.cinemamalda.com/la-gran-ambicion/



 

martes, 23 de septiembre de 2025

SERVICIOS DE (DES)ATENCIÓN AL CLIENTE

No soy mucho de pedir hojas de reclamaciones (tres veces lo he hecho en toda mi vida), pero sí de acudir a los departamentos de atención al cliente.

En una conocida tienda de muebles y decoración encontré una mesita rústica, ideal para un rincón, por solo 50 €. En la caja me dijeron que ese no era el precio (estaba con una etiqueta adhesiva), sino 125, creo recordar. Como me vio mala cara y le dije que el precio indicado eran 50 €, trasteó en el ordenador y me dijo que me lo podía dejar por 105. Naturalmente, no la compré. Escribí al departamento de (des)atención al cliente y la respuesta fue la que os figuráis: lamentamos el problema, nos esforzamos por dar al cliente lo mejor, esperamos seguir contando con su confianza... Pero nada más. O sea, pura retórica bienqueda. He dejado de comprar allí.

En otra tienda, esta de deportes, me enviaron una encuesta y en una pregunta abierta dije (con palabras suaves) que lo del autopago era un mojón. Respuesta: las cajas de autopago tienen como finalidad liberar a nuestros empleados de esa tarea para que puedan atender mejor al cliente. No pude evitar responder que no me gusta que me tomen por idiota: la función del autopago es gastar menos en personal. Procuro no comprar allí.

Hace poco he tenido un problema serio con el coche, uno de esos recurrentes y frecuentes que en otros países cubre la marca y que aquí no, vaya por Dios. Una pasta, así que les escribo a través de Twitter/X y e-mail  (muy difícil por cierto es eso de encontrar su correo electrónico). Por Twitter me dicen que les envíe un privado, que estarán encantados de ayudarme. Me llaman al día siguiente (por esctiro yuyu) y la ayuda consiste en decirme que no se hacen cargo y que pague yo, pese a que reconocen que en otros países sí lo abona la marca y que el fallo es continuo (“recibimos muchas quejas al respecto”, dice el agente). Me quedan los tribunales, claro, porque es mucha pasta.

De las telecos mejor ni hablo. Bueno, un poco. Una de ellas, ante mi amago de irme, me bajó el precio y me regaló un móvil (Samsung Galaxy). Como la primera factura tras el amago ya venía mal, llamé, expliqué lo que había contratado y que me habían enviado, además, ese móvil. ¡Imposible!, casi me gritó, ese terminal nunca lo obsequiamos. Así que, como no me hacían caso, lo devolví y me cambié a otra. No fue la única mala experiencia, estuve unos años en otra que, de vez en cuando, te metía de rondón un extra: 10 céntimos por el servicio de rellamada (que yo no había contratado), unos euros por llamar desde Francia (el roarming estaba incluido), etc. El colmo fue cuando me subieron unilateralmente el precio, por el morro. Llamé, dije que me iba si no me conservaban la cuota y el agente me dijo que la subida era porque me daban una serie de cosas que yo no había pedido ni necesitaba. Hice de nuevo amago de portabilidad y entonces sí me ofrecieron una bajada sustanciosa. Cada vez que yo decía algo malo de ellos, me bajaban la cuota. Finalmente, por la mitad de precio de lo que pagaba y para siempre. Me fui, sentí que me habían engañado durante unos cuantos años.

Hace diez años falleció un familiar. Me ocupé de dar de baja sus servicios (desiguales facilidades, por cierto). En el gas la cosa fue de traca. Les dije que estaba unos días en el domicilio y que luego volvería a mi lugar de residencia habitual, pero no llamaron. Una semana después me llama un técnico, dice que está en la puerta y que no hay nadie. Claro, estoy a 400 kilómetros. Me explica que a él le han dicho que venga al domicilio a retirar el contador. Le indico cuándo estaré de nuevo, que lo anote. Tras varias llamadas conseguimos, meses después concertar una cita. Sin embargo, la compañía me reclama todo ese tiempo que su mala gestión tuvo instalado el contador. Ofrecimos pagar hasta que hicimos los papeles de la baja (unos 80 €), pero nos siguieron reclamando más dinero, de modo que, cansado de explicar a multitud de personas la cuestión, propusimos que nos denunciaran. Hasta hoy, han perdido 80€ y cuatro clientes, todos los miembros de la familia nos cambiamos de compañía.

El año de la pandemia íbamos a hacer unas vacaciones en Polonia en agosto. No nos atrevimos. El viaje de ida lo contratamos con un mayorista, que nos ofreció un vale con duración de dos años para gastar el dinero del billete de avión. El de vuelta era con una de esas compañías rácanas, una de esas que te cobra por respirar fuerte; su respuesta fue que a protestar al maestro armero. Obviamente, la evito siempre que puedo.

Siento que nos toman el pelo, la verdad. Y lamento profundamente si me he puesto un poco bravo (intento ser templado, a veces es difícil) con las personas que me han atendido cuando me he quejado; creo que no les he faltado nunca al respeto y lo cierto es que su tarea es dificilísima: defender a una empresa frente a un cliente que a menudo es engañado o estafado (no siempre, el cliente no siempre tiene razón), y decir amablemente que lo sienten mucho, que esperan seguir contando con tu confianza, que se esfuerzan en hacer las cosas bien y bla, bla, bla...

Tengo también alguna buena experiencia, pocas. De esas en las que la empresa comete un error, se lo come con patatas y tiene contento al cliente. Porque a este se le gana en la posventa... o se le pierde para siempre. Me gustan estas pequeñas, medianas o grandes empresas y, por supuesto, me fidelizan con su buen trato y confianza, del mismo modo que las otras me expulsan. Y yo, que algo de rencoroso debo de tener, se lo digo a todo el que puedo. En un sentido y en el contrario.



Procedencia de las imágenes:

https://www.ayselucus.es/noticia/atenci%C3%B3n-al-cliente-organizaci%C3%B3n-interna-y-comunicaci%C3%B3n-positiva

https://www.facebook.com/Museodepalabreriapolitica/


jueves, 11 de septiembre de 2025

'UNA QUINTA PORTUGUESA'

Sigo con el país vecino, que algunos amamos tanto.

He visto Una quinta portuguesa, una hermosa película, delicada, una pequeña joya. Tiene cierto aire de cine francés, especialmente al de Jean Becker: moroso, de personas corrientes y extraordinarias, a las que les ocurren cosas corrientes y tan extraordinarias como a cualquiera.

Manolo Solo interpreta a un profesor de geografía cuya mujer lo abandona sin explicaciones ni despedidas. Él, desconcertado, se marcha unos días a Portugal y, por ciertos azares (tampoco hay que explicarlo todo) acaba trabajando de jardinero en una quinta portuguesa.

Detecto ciertos fallos de guion. Por ejemplo, el desempeño profesional del jardinero, que no tiene experiencia más allá de cuidar las pocas plantas de su apartamento. También me hubiera gustado saber más acerca del personaje de ella, del que apenas se ofrecen unas pinceladas de su pasado, pero casi nada del presente.

Es una película sobre la soledad y el abandono, sobre la búsqueda del sentido, sobre el desarraigo. Y también sobre la bonhomía. En toda la película veo una catarata de personas buenas y generosas. Seguramente mucho más que cualquiera de nosotros.

No la recomiendo a todos esos que van al cine a comer palomitas, ver explosiones y peleas, cien planos por minuto y encender una y otra vez el móvil. Es una película recogida, íntima, despaciosa y muy bella. Me parece.

Capítulo aparte merece Maria de Medeiros. Perdonen ustedes la cosa personal: a mí me gusta mucho como actriz y creo que aquí la directora no la ha embellecido con aditamentos innecesarios. Tiene 60 años y está más bella que nunca. Es la actriz ideal para esta película a la que únicamente reprocho que no tenga más protagonismo. Porque destila misterio, pasado, vida intensa, esperanzas no siempre realizadas, sabiduría... y belleza serena y eterna.

Tampoco debo dejar de mencionar la labor de otras dos actrices, ambas desconocidas hasta ahora para mí. Primero la portuguesa Rita Cabaço, pura alegría, vida en estado puro, y la serbia Branka Katic, de la que no debo decir mucho sin destripar el final.

Vean la película. Está en un par de plataformas y en alguna sala de cine.



Procedencia de la imagen:

https://www.filmaffinity.com/es/film735516.html

jueves, 4 de septiembre de 2025

LUTO POR LISBOA

Por razones obvias, este blog está de luto por Lisboa.

Aquí somos muy prolusos. Si tuviera que perderme en una ciudad para siempre sería sin duda Lisboa, con permiso de Oporto. Me gusta casi todo: el idioma, la geografía, el fado, Madredeus, Rodrigo Leao, su emergente balonmano, el vinho verde, Maria de Medeiros, la saudade, Fernando Pessoa, Saramago, Salvador Sobral, la revolución de los claveles, el balalhau à brás y todo lo demás que aquí me dejo porque soy un ignorante olvidadizo.

Una vez, hace muchos años, visité Lisboa por primera vez. Hice unas fotografías que (perdonen que no explique las causas) ya no conservo. Casi veinte años después, volví y fotografié ese tranvía que es el logo de este modesto blog.

 


Procedencia de la imagen:

https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1545338962178039&id=254599574585324&set=a.314314821947132