Ahora que es invierno, pleno invierno, estoy en casa escuchando la deliciosa voz de Youn Sun Nah, intentando trabajar en soledad al tiempo que la luz se marcha. He llamado a una amiga que tiene una relación intermitente con la alegría y la tristeza. Este verano debí estar más con ella, pero el trabajo me deportó a una ciudad en la que padecí un mes de julio de calor intensísimo y repugnante tarea.
Una noche, unos compañeros me llevaron a un concierto de jazz, nadie sabía de quién, pero allá que fuimos. Un guitarrista desgranó unas notas para calentar el ambiente y dedicó unos vivas a “La Roja”, que por entonces iba ganando partidos con racanería (hasta que Dios dijo: hágase la luz, y llegó Iniesta). Enseguida apareció sobre el escenario una mujer elegantísima, de sonrisa infinita e indisimulable felicidad. Japonesa, pensé, y me dejé llevar por su música envolvente y sus matices escalofriantes. Al terminar miré su nombre en el folleto: era coreana y su nombre es Youn Sun Nah. Estoy oyendo su disco Voyage, que me regaló Susan. A ella, y a François, y a Palm, debo esa noche inolvidable.
Pocos días después ganamos el mundial. Ese fin de semana volví a casa y estuve compartiendo mojitos y palabras con una norteña que me cautivó unas horas y a la que no he vuelto a ver, por lo que en mi memoria lleva siempre un vestido ligero y sandalias de hoplita.
Y al final llegó el descanso, la playa y los viajes.
Pero lo esencial es que ese verano descubrí un nuevo torrente de belleza.
Bueno, bueno. Te cautivó la coreana. Y por lo que dices, te trajo buena suerte. Creo que conozco a las otras dos mujeres a las que haces referencia, las dos de gran belleza, como la coreana.
ResponderEliminarSigue rodeándote de mujeres, que te llevaremos por el buen camino. besitos Clotho.
Sí, los besos son para Clotho, no para tí.
ResponderEliminarTienes razón: de gran belleza. De la que ya no veo recuerdo que llevaba las unas de los dedos de los pies a juego con la correa del reloj y que me gustaba la cadencia de sus palabras.
ResponderEliminarYoun Sun Nah me cautivo, sí, porque no sabía nada de ella, por lo que fue un deslumbramiento. Además de que su voz es prodigiosa, en escena es una mujer chispeante, graciosa, dulce. Lo mejor del verano, o casi, que no se me alboroten las citadas.
¿Has escuchado los enlaces?
Oye, ¿por qué los besitos para Clotho?
Bella voz, y como tú dices, infinita sonrisa.
ResponderEliminarBonita forma de comenzar el domingo. Mil gracias.
¿Verdad? Ahí va otro regalo:
ResponderEliminarhttp://vimeo.com/15238797
Precioso regalo, qué privilegio poder escucharla en directo....
ResponderEliminarhttp://www.younsunnah.com/
Sí, un regalo, un privilegio. Gracias a ti por la página, tiene un fondo sonoro delicioso. Tengo que aprender inglés.
ResponderEliminar:::
ResponderEliminarno sé quién es, pero haré por saber y oírla
y procuraré acompañarme de esos mojitos que dices, de alguna norteña que lo tenga a bien o, por qué no, de cualquier otra geocardinalidad: y si va ligera de equipaje, sutil vestido y calzado hoplita (recuerdo que aquí estos griegos iban a la guerra en bolillas free), pues qué bien
lo esencial y la belleza: jazz te digo
Hey, gracias, la voy a copiar para llevar en el coche; me resulta ensoñadora y cambia un poco del típico blues o jazz americano.
ResponderEliminar¿Copiar? Copia de seguridad, I supose, que luego viene la Sinde y nos da con la SGAE en la cabeza...
ResponderEliminarEnsoñadora, sí. Para los atascos, fenomenal, mucho mejor que Wagner.
Bienvenido, Abel.
Magnífica :-) Recuerdo que ya nos la introduciste este verano, entre opo y opo. Me gustó entonces y me gusta ahora. Maravillosa...
ResponderEliminarMuchos besitos para ti también, Rachel.
¡¡MMMUUUAAAAA!!
No recordaba. Siento ser reiterativo. A mí me sigue gustando. Lo cierto es que últimamente me pide el cuerpo escuchar a mujeres del jazz. Norah Jones, también Eliane Elias, Diana Krall... O próximas al jazz, que los puristas me perdonen, que son peores que los del vino, la paella o la normativa lingüística. Y si me gustan Hestas del yaz con tetrabrí de Acendaño y una paeya 3 delizias con peladillas y almóndigas agridulzes, ké pasha?
ResponderEliminarHe visto el video que has puesto de Vimeo: la calidad es mucho mejor que en Youtube, debería empezar a usarlo. También la página web: todo en ella es una delicia.
ResponderEliminarEsto...¿la última frase de tu comentario es de un nuevo estilo literario nacido tras un arranque pasional? .Pregunto...
Delicioso todo, es la expresión.
ResponderEliminarDisculpas por la intromisión pseudocheli. Sólo quería decir que me importa una higa (Pérez-Reverte dixit) lo que digan los puristas. Que no sé si es jazz (según la nueva normativa se puede decir yas, qué dolor) o no lo es, según los dictámentes sesudos e inquebrantables de los puretas. Me pasa en muchos órdenes de la vida: el mestizaje y lo impuro me agradan. Al final esto es muy español: somos perros callejeros, fenicios romanizados que aprendieron algo de árabe con los tardogodos judeizantes. Así que vengan las mezclas, los combinados y las hibridaciones.
Salvo el whisky, claro.
No hay porqué disculparse: estaba bromeando. Aunque últimamente no parece que lo haga bien, no se me entiende....
ResponderEliminar¿ Entonces, el whisky, Single Malt?
así que últimamente te “pide el cuerpo escuchar a mujeres del jazz”
ResponderEliminarmira que estas gorgoritas son muy suyas y las va eso de las jam session (promiscuidad mucha, galán) y a la que te obvias: zas, ñaka, pum: te da algo en el bajo bodypump según se mire y te ves sieso mortis en un ahí es ná
favor, elenapegé…, es atticus: siempre single malt (él es asín)
Gracias CrisC, ya te lo explicaré...
ResponderEliminarVaya dos comentarios. El de CrisC supongo que me sugiere mujeres, sean o no del jazz. I supose, como digo. Pero single malt, desde luego.
ResponderEliminarY lo de terrae... explícánoslo a los demas, niña.
Muchas gracias por descubrírmela ayer la puse en el coche y es una delicia de verdad. Mil gracias.
ResponderEliminarTe pongo el enlace de "Una noche en la tierra"
http://www.youtube.com/watch?v=8kNAdDonorM
Ya me contarás.......
No hay por qué darlas. Un placer compartir el placer. Gracias a ti por en enlace. Esta noche lo veo.
ResponderEliminarInteresantes historias, a cual de todas mejor. Gracias a los dos, a tí atticus por el blog y a tí anónimo por el enlace.
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