Y eso es una de las cosas que menos me han gustado. Personalizar
de esa manera un texto tan largo distrae de la trama, del tema, que es lo más
importante: Ana Tramel es una abogada que emprende una acción legal contra un
casino de Madrid que ha cometido severas irregularidades. A mí esto es lo que
más me ha interesado: el asunto del juego en España y sus víctimas, en absoluto
colaterales. Es un problema grave, gravísimo, del que se lucran muchos y desde
luego el Estado.
Sin embargo, el autor incide en la vida y milagros de Ana Tramel,
adicta a las pastillas y también al alcohol, con pasado tumultuoso, sentido de
la justicia emocional e impetuosa como ella sola. Me recuerda a la protagonista
de Instinto básico, Catherine Tramell, no me parece que la elección del
nombre sea casual.
Hay demasiados personajes. Algunos notablemente extendidos,
como el exmarido de Ana, cuya aparición años más tarde no tiene una relevancia
especial. Tampoco muchos de los empleados del casino e incluso sus propios
empleados, que desaparecen de repente. Incluso el restaurante oriental, para
qué.
Veo un aire a lo Joël Dicker en la novela, como si en cada
uno de los 91 capítulos tuviera que pasar algo importante y más impactante que
en el anterior. Casi como si estuviéramos ante el guion de una serie. Lo que,
por cierto, sería estupendo.
Parece, por lo que he escrito, que no me ha gustado. Y no es
así: el tema, como he dicho, y todo lo que tiene que ver con los juicios y las
maquinaciones de los abogados, es estupendo y muy digno de interés. Solo le
hace falta una buena poda de páginas y de elementos distractores.
No es que lo recomiende con frenesí, estuve a punto de
abandonarlo las primeras doscientas páginas. Pero, ahora que he terminado, me
alegro de haberlo leído entero, pese a que las últimas páginas no me gustan
demasiado.
Procedencia de la imagen:
https://www.planetadelibros.com/libro-ana/242826
¡Hola!
ResponderEliminarRoberto Santiago es un autor que nunca me ha atraído de forma especial y bueno, después de ver lo que dices de esta novela su, que ya conocía. Sí, desde luego lo del nombre no parece casual. Dicker tampoco es que sea uno de mis autores preferidos, pero algo de él sí leí y sí me gustó.
Pero vamos, que aunque en general sí te gustó, pues este no creo que lo lea, ya que si tú estuviste a puntito de abandonarlo en las primeras doscientas páginas, pues fijo que yo abandono
Me encanta que también hables de libros de vez en cuando!
Besos
Ya sabes que a todos no nos gusta lo mismo. Yo he leído más reseñas favorables que desfavorables. Y a mí me entretuvo bastante y me descubrió el terrible daño de la ludopatía, de la que sabía poco. Así que, como siempre, no me hagas mucho caso, que no soy influencer ni nada parecido. Esto solo es una bitácora de filias, fobias (algo menos) y digresiones en general.
ResponderEliminarHablo de libros, bastante, y de pelis, pero no solo ni es un blog de reseñas. Por cierto, leo algunos y me parecen muy pobres, de tono facebookiano, sin chicha ni aportaciones relevantes. Afortunadamente, alguno se salva, hay una tal Marian que tiene uno estupendo, a ver si la leo...
Besos.