He estado en Londres unos días. Entre las muchas maravillas
museísticas, monumentales y callejeras vistas allí, destacaría dos: los frisos
del Partenón, expoliados a Grecia, y la exposición temporal sobre Alan Turing en el Museo de Historia.
Cualquiera puede consultar la historia de este lógico y
matemático, de cuyo nacimiento se cumplieron 100 años en 2012. Fue el encargado
de descifrar el Código Enigma, con el que los alemanes encriptaban sus mensajes
durante la Segunda Guerra Mundial. Salvó por ello muchas vidas; miles de
compatriotas no saben que deben su existencia a la inteligencia de este
profesor con aspecto pulcro y algo anodino.
Era homosexual. Fue juzgado por ello al terminar la guerra.
Renunció a defenderse y fue condenado a elegir entre ingreso en prisión o
castración química; optó por esto último, de modo que le fueron suministrados
estrógenos para eliminar su deseo sexual. Se suicidó dos años
después, en 1954, con una manzana envenenada con cianuro. No dejó nota de
despedida: su madre no aceptó nunca la explicación oficial y atribuyó su muerte
a causas accidentales. Otros han hablado de asesinato.
Esta es la triste historia, el agradecimiento de una sociedad a la que Turing entregó su
conocimiento, pero que no toleró otras preferencias sexuales que las que la
mayoría da por buenas y normales.
Escribió un libro que los estudiantes de filosofía leíamos
con tanta veneración como incomprensión: ¿Puede
pensar una máquina? Yo no sé si puede, reconozco mi incompetencia en estos
campos. Lo que sí es dudoso es que pueda pensar sin prejuicios un ser humano,
un grupo de personas que no merece el nombre de sociedad.
Para ampliar:
Desconocía su historia. Me ha puesto los pelos de punta: quien debió ser tratado como un héroe, llevado a una muerte horrible por su sexualidad.Increíble.
ResponderEliminarMe pregunto cúantas personas habrán sufrido destinos semejantes sin que sepamos nada de ellos. Triste, muy triste.
Pues ya ves cómo son las sociedades. Desde Sócrates se vienen haciendo cosas parecidas. Yo conocía su tarea académica, pero la historia personal no. Lo primero que leí al respecto fue en una novela gráfica que recomiendo a todos. Se titula "Logicomix" y es un "tebeo" en el que Russell cuenta los avatares de los lógicos en torno a la primera mitad del siglo XX. Ya sé que suena a rollo patatero, pero vale la pena. Para cualquiera.
EliminarPZMDA UHVAX MXOCD KMIIS FDAAL IIDCQ KZEAZ EXDKW TDBMC WPITO KVYBF HSU
ResponderEliminar¡No me digas! ¿En serio?
EliminarSoy el mismo anónimo. Me cambia el eje ponerme nombre.
ResponderEliminarEl ejército franquista en la Guerra de España dispuso, de manera experimental, de esta máquina. Alan Turing a pesar de lo que te hayan inducido a pensar los ingleses, que son piratas, no inventó la máquina Enigma, al menos él solito.
Otra cosa es que, a cuenta de su homosexualidad, pasara lo que pasó.
El texto anterior está, realmente, encriptado con la Enigma.
Nada me ha inducido a pensar que Turing inventara la máquina Enigma que, si no estoy mal informado, es de origen alemán. Mis escasos conocimientos apuntan a que Turing desencriptaba sus mensajes. Desconozco la importancia de la piratería al respecto.
EliminarPor otro lado, el tema del post era otro, no un estudio sobre la procedencia o autoría de la máquina de marras.
No sólo fue un espadón ibérico el que dijo “muera la inteligencia”.
ResponderEliminarEsos británicos, tan “polites” ellos, lo practicaron. Y antes de destruir a Turing se arrojaron como alimañas contra Oscar Wilde, por citar sólo uno más.
Y lo paradójico es que los colleges británicos no fueron muy ajenos a una cierta permisividad con la homosexualidad. Estúpidas si no crueles paradojas.
Qué casualidad…, veo ahora un documental de Jon Sistiaga sobre una ley en Uganda que ya es conocida como la ley "mata-gays". Han declarado ilegal la homosexualidad y propuesto la pena de muerte.
¿Qué profundo miedo interior quieren conjurar estas bestias homófobas?
Fue asesinato. Sí.
Yo tampoco conocía su historia. Pero te puedo decir que se me han puesto los pelos como escarpias. Son los efectos de tanta intolerancia, que por desgracia la ha habido y la habrá siempre (aunque pienso que en el tema de la homosexualidad, cada vez menos...)
ResponderEliminarBesos
Se me escapan los motivos: no son las leyes, ni las costumbres, sino lo que hay bajo ellas. ¿Miedo a qué? Hay conductas que involucran a todos, pero los homosexuales no pretenden que todos lo sean, sino que se les deje serlo: es muy poco, algo tan básico que debiera parecer innecesario ni tan siquiera reclamarlo. Pero la realidad suele ser otra.
ResponderEliminarNo estoy tan seguro de lo que dices, Marian. Creo que en este caso, al contrario que en otros, las leyes van por delante de las costumbres. La homofobia sigue ahí, pujante y altanera.
Buff... Tu post cae como un jarrón de agua fría... Increíble... Me parece alucinante estar perseguido por amar... Increíble...
ResponderEliminarYa lo han dicho antes: ¿y Wilde? ¿Y tantos cuyos nombres no conocemos porque se han limitado a tener una vida corriente? ¿Y crees que no hay ahora muchos que lo harían si las leyes se lo permitiesen?
Eliminar"Perdonado", 60 años después:
ResponderEliminarhttp://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/24/actualidad/1387873660_129481.html