Escribo con bolígrafos que transmiten a las palabras trazos
de metal.
No encuentro en el diccionario más que relojes detenidos
(malas películas, insomnio de marzo). Rastreo sin éxito una buena definición de
tiempo.
Pesa el aire que respiro: hay provisionalidad hiriente en
estrellas que ya no existen si las miro.
El tacto de algodón de las sábanas me inquieta. La radio
emite consignas subrayadas.
El universo se expande salvo en esta habitación.
Miente Bach: hasta la música necesita lluvia lenta.
Este finde preludia un Sol rabioso y mi nevera revienta de cervezas.
ResponderEliminarDe churris ya te chamullo por la línea privada.
Me gusta interpretar a Bach y la lluvia. Medito la última frase. También pienso en el tiempo. Empiezas con él y finalizas con él,TEMPO.
ResponderEliminarUn abrazo, Atticus.
¡Qué post tan bonito y poético!!!!
ResponderEliminarCuantas cosas transmitidas en tan pocas palabras...
ResponderEliminarBesos
Gracias a todos. Las cervezas... mmmm. Que sí. Hoy ha caído una mientras atardecía y yo me regalaba el espectáculo gratuito. Parece la descripción de un estado de felicidad, y lo es. Este post llevaba rondándome la cabeza un tiempo y salió el mes pasado. Curiosamente lo he puesto hoy por ver si liquido este estado del alma de una vez, que me lleva persiguiendo desde hace unos años, y que desde septiembre me busca por razones estrictamente profesionales (es lo que tienen los recortes, la incomprensión de los que deberían apoyar un poco más y la falta de recursos de servidor).
ResponderEliminarAsí que voy a darle otra vuelta a Bach, el músico de Dios, a mirar esa lluvia de estrellas que vamos a tener a partir de hoy, y a releer "Wilt", desmadradísimo libro que recomiendo a los que no lo conozcan.
Que gracias de nuevo. Generosos. O que también habéis abusado de la cerveza.
Lo celebro, brother, porque a mí me parecía que estabas más jodido que un vegano el día de San Martín.
ResponderEliminarAquí las chicas han sido de más preclaro mirar que yo (tengo que dejar el bailis con cebolla confitada, me trae a maltraer).
Que lo celebro. :::