Mis desavenencias con las palabras no son irrelevantes. Ni definitivas.
Están hechas de ignorancia y de impotencia, de eternidad, de espacios desérticos.
En ocasiones, las palabras rompen unilateralmente un contrato que alguna vez suscribimos. Pero no recuerdo sus cláusulas. Después quieren volver: no se lo permito. Dibujo su aspecto y no me agrada.
Alguien me susurra instrucciones en un idioma que no conozco. Tiene bellos ojos y sonríe despacio.
“chillen, putas”…, escribe Octavio Paz
ResponderEliminareso dice de las palabras el poeta mexicano en el poema “Las palabras”, del libro “Libertad bajo palabra” (1935/1957)
no sé..., “putas” no me parece, pobres, pero sí que chillen: cómo, si no, sabremos de sus eufonías y desgarros semánticos, de cuanto cantan, mienten y dicen
no te desavengas con ellas, Atticus, pero hazlas chillar
Es curioso lo que sucede a veces con las palabras. Este post llevaba escrito unos cuantos meses. Pertenece a lo que yo llamo "fondo de armario del blog". Sin embargo, ya va una llamada y un wasap preguntándome si era por algo en concreto que solo conocemos el preguntante y yo. Y no. O no conscientemente. Pero, ahora que lo pienso, al final los problemas son los mismos, y precisamente ésos de los que hablaba en este extraño (también para mí) post.
ResponderEliminarEstoy en una edad en la que creo que no me faltan palabras para explicar o expresar. Sin embargo, de vez en cuando, me encuentro con que me fallan, me faltan y me traicionan. Quiero que digan y no acierto a que digan, o a que digan bien, o a que digan eso precisamente. La tentación del silencio siempre está ahí; pero sólo es tentación, no consigo que me seduzca tanto.
Intento hacerlas chillar, CrisC. Y no desavenerme o desavenganme con ellas. Pero no sé quien gana en esta batalla. Sospecho que huyen cuando yo llego.
Este post me ha dejado en silencio. Me gusta y me inquieta a la vez.
ResponderEliminarLas palabras son a veces traicioneras, cuesta hacerse con ellas, en muchas ocasiones estropean lo que queríamos decir, pero sin ellas...yo, al menos, no sabría vivir.
Amo las palabras, disfruto saboreando las que me parecen bellas. Pero reconozco que no sé usarlas bien cuando estoy enfadada, o no he escrito antes lo que realmente quería decir: me fallan en la improvisación.
Qué raro lo que dices. Creo que debo tomarlo a bien porque lo releo y también me inquieta un poco. Lleva reposando un tiempo, por si mejora. Pero nada, así que ayer le tocó. Me asombra que provoque esa reacción.
EliminarSin palabras no es que no seamos nada. Es que no somos.
Yo también mejoro en la reflexión. Me gusta pensar lo que digo: cuando he de dar una respuesta rápida confieso que me pongo nervioso a menudo. Prefiero escogerlas con cuidado.
¡Qué hermosa palabra! Desavenencia. Inmejorable elección para tu delicioso casi-haiku-post.
ResponderEliminarAvenir, palabra en desuso. Pero prima hermana de viento, prevenir, conveniente, aventura, invento.
Avenir tiene calle en Barcelona. No es de extrañar, es el porvenir.
Qué bien. Me estáis alegrando la tarde. Me gusta eso de casi-haiku-post. Tiendo a escribir más y seguramente he de aplicar muchas navajas de Ockham.
Eliminar¿Qué es el porvenir: Barcelona o el Avenir?
A mí tu entrada me ha dejado... ¡sin palabras!!! Y mira que es complicado que me quede yo sin ellas...
ResponderEliminarAlgunas veces me gustaría pensar y elegir las palabras antes de decirlas, porque soy impulsiva y
sé que puedo arrepentirme de lo que pueda decir en un momento dado, pero la espontaneidad también tiene su encanto. Suerte que no me sucede muy a menudo, lo de que me arrepienta de lo que diga, digo...
Besos
Pues apúntate también a los que hoy habéis hecho de un lunes de intenso trabajo una maravilla. Este modesto escribidor agradece. Porque supongo que lo de dejarte sin palabras no significa que es lo peor que has leído en mucho tiempo.
EliminarA mí si me ocurre esto de arrepentirme de lo que digo. Pero me arrepiento aún más de lo que no digo, así que apuesto por los errores en la primera dirección. Porque los hay. Creo que soy un especialista en ellos.
Jaja, por supuesto Atticus que no es porque sea lo peor que he leído en mucho tiempo. Todo lo contrario. Me alegra haber contribuido un poquito a alegrarte la tarde
EliminarYo más. Hago algún alto entre correcciones, preparaciones y demás trabajo profesoral en domicilio (eso que sólo sabemos nosotros y los que nos soportan en casa) para mirar el blog y ¡qué alegría de tarde! Vamos a ver si hay suerte y acaba bien.
EliminarPor cierto, en mi comentario anterior digo: "A mí si me ocurre...". Al "si" le falta el acento, por lo que parece una condición cuando debe ser una afirmación. Corrección que hago frecuentemente a mis pupilos. Capón que me doy antes de que me lo dé alguien.
Me ha gustado mucho; aparenta y proyecta verdad.
ResponderEliminarParece sincero.
Aunque llevara escrito tiempo, da la sensación de que se ha peleado y ganado ser publicado, como si tuviera vida.
Enhorabuena, tú también me has alegrado el día.
Pues no sabes como me alegro. Estoy un poco desconcertado con un post del que no estaba muy convencido, pero con el que parece que he acertado.
EliminarEn todo caso es sincero, pero creo que todo lo que escribo lo es. Algunas entradas son más directas que otras, pero no finjo ni pergeño imposturas. No es mi estilo.
Me alegra alegrarte.