Ellos tenían fe en la Idea con la testarudez y la obstinación miope de quienes sólo han leído un libro; no les valían discusiones ni argumentos, se daban la vuelta cuando alguien les mostraba la realidad (…). Esos pobres de espíritu que creían firmemente que el Reino de los Cielos les pertenecía no eran muchos, pero siempre habrá idiotas en todas partes, y si se alían con el poder pueden resultar incluso peligrosos.
No sólo se desangran en las barricadas los enemigos señalados por la revolución, sino muchas veces también la misma idea revolucionaria. Felices son los pueblos que se han desarrollado socialmente sin necesidad de revoluciones. Son felices los escandinavos, los holandeses… La idílica lista se acaba pronto.
Sándor Márai: ¡Tierra, tierra!, ed. Salamandra, Barcelona, 2008. Primera cita: páginas 261-262; segunda: página 320.
Hola Yossi, ya veo que estás leyendo a Márai en alguna playa del mundo. Buena cita la de los pobres de espírirtu. Y sobre el enlace del niño sirio ahogado, ¿Qué te podría decir? Pues que "La humanidad se ahoga!...
ResponderEliminarBesos
Estoy leyéndolo aunque no soy Yossi. Me gusta, me recuerda a Zweig. He leido varios libros suyos y todos excelentes. Qué voy a decir de lor refugiados. Al menos, intentaré no decir insensateces.
ResponderEliminar¡Perdón querido Atticus! Como me había pasado justo antes por el blog de Yossi, se me fue la pinza, pero sabía perfectamente con quién estaba tratando, jeje. Y sí, yo también prefiero mantener la boca cerrada porqué si la abro y empiezo a decir todo lo que pienso sobre el tema..., arde Troya.
EliminarBesos
Perdonada, desde luego. Puedes hablar: Troya ya se quemó hace tiempo.
Eliminar"Escuchad, el sol se pone sobre el cerro del Assekrem. Amarillo, ocre, celeste, azul de ultramar y carmín. Cielo, tierra, montañas y valles. / Todo./ Pero abajo en las gargantas ya está el crepúsculo y la noche. Rosa, tierra quemada, violeta y negro. La nada, allá abajo." (Fragmento de "El viajero de la noche", de Maurizio Maggiani). Y... en la luz siena... lágrimas de mujeres y hombres que no hallan consuelo...
ResponderEliminarHermosos versos. Siempre, viniendo de ti. Aunque no sé si necesitan consuelo, si lo hallarán.
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