El poema es un cuerpo: lo acaricio,
la humedad de su piel deja en mi mano un animal vacío.
Aparcados junto al océano
no hay palabras hermosas igual que enredaderas,
luces con corazón de leopardo en el oro de los parques;
no hay libros más hermosos que la vida.
Aparcados junto al océano
la noche es el libro; la muerte, una manzana.
Música:
Luigi Boccherini: La Musica notturna delle strade di Madrid – Quintettino VI, Op.30 N.6, G.324, interpretado por Bremer Barockorchester.
Fragmento de "Cobijo contra la tormenta", de Benjamín Prado: Poesía verbal, p. 93.
Música cortesana y poesía sensual haciendo buenas migas. ¡Que bien te cuidas y nos cuidas!
ResponderEliminarGracias
Muchas gracias, ya sabes que en ambas soy un mero aficionado. Y en música un ignorante que intenta perseguir la belleza.
Eliminar