He visto cosas que no creeríais.
O sí.
He visto que, a mi regreso de vacaciones en la ciudad que habito, muchos siguen sin saber inglés y, por lo tanto, no paran cuando llegan a un stop.
He visto los mismos guarros que no aciertan a meter la basura en el contenedor o que echan en el destinado a papel una sillita de bebé. Creedlo: esta mañana.
He visto turistas borrachos berreando, primero en el tranvía y luego en el aeropuerto. Tres y media de la tarde. Claro que eso no es turismofobia, sino garrulofobia. Por cierto, era en un lugar de Francia y el avión iba a Barcelona. Pobres, estuve por llamar al alcalde, esos individuos aportan poco seny.
He visto tipos que, cuando el avión va a iniciar las maniobras de aterrizaje, se les ocurre llevar a su niña a mear y discuten fuertemente con la tripulación cuando estos les indican que no se pude hacer, que es peligroso. Tampoco eran españoles, que parece que nos va eso de autofustigarnos. Lo mismo digo de los que se levantan a sacar algo del compartimento cuando el avión está tomando tierra. Seguramente eso se arregla con educación; es decir, una educativa multa ad hoc.
Y esta mañana lo habitual: suciedad, griterío, desorden, chabacanería, soberbia... He visto cosas que sí creeríais.
Perdonad, escasos frecuentadores de este blog. Prometo enmendarme, ir al gimnasio, aprender inglés, dejar de esnifar pegamento, leer el Ulises, surcar el Amazonas en piragua, comer brócoli y beber dos litros de agua cada día.
Aquí seguimos.
Procedencia de las imágenes:
https://idoneo.es/guias/actualidad/senal-stop
Añado una: yo he visto a gente emborrachándose en el avión… con las bebidas que les vendían los azafat@s (se supone que está prohibido emborracharse en un avión) Y si, era RyanAir
ResponderEliminarNo sé si está prohibido, pero no es lo más conveniente. De todos modos, me hablas de una compañía aérea que... Bueno, dejémoslo. Evito volar con ellos.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarClaro que me creo cualquier cosa que hayas visto, ya nada me sorprende del incivismo y la mala educación de algunos. ¿Te puedes creer que lo que más me ha sorprendido ha sido lo de la silla de bebé echado en el contenedor de reciclaje de papel? Vale que algunos pasen de reciclar (bueno vale no, que se debería hacer siempre) pero encima meter lo que te de la gana donde te de la gana, pues me da mucha rabia. Pero bueno, que tampoco es que me haya sorprendido en demasía.
Pues eso..., que por aquí seguimos
Besos
Tengo para escribir un libro. Frente a mi casa hay contenedores: historias para no dormir. Y luego, además, están los que no aciertan con el agujero y lo dejan fuera. Por último, los que hacen limpieza de muebles y trastos viejos y los dejan allí, justo al lado de un teléfono y un cartel que dice que pasan a recogerlos, que llames antes; pues no, alguna vez he llamado yo porque llevaban varios días allí. He de añadir que en la ciudad en la que vivo el punto limpio está a 5 kilómetros, pero cada día de la semana se instala uno móvil en un punto distinto de la ciudad. Da igual: la falta de civismo es proverbial: yo, yo, yo, yo..., tengo derecho a todo, ya vendrán otros pringados a limpiar mi porquería.
EliminarPido perdón por este post tan poco constructivo. Los habrá mejores. Comenzamos septiembre. Besos.
Si vas a surcar el Amazonas en canoa, me apunto.
ResponderEliminarLo de la suciedad y la garrulería es cierto; sobre todo en Ferias. A la gente habría que enseñarle civismo, y si es con multa; adelante. Ya deberías comer brócoli y beber dos litors de agua. jejej. Un beso.
Me temo que lo del Amazonas era metáfora, no quiero ser pasto de pirañas. Lo mismo de lo de comer brócoli: en esta casa está prohibido el brécol (que es como se llama aquí, lo del brócoli es más italiano, para disimular y darle glamour) y el resto de crucíferas. Agua bebo, suficiente, sin obsesionarme, lo de los dos litros de agua es una leyenda urbana. Por supuesto, del grifo, que es la más ecológica y saludable y, por supuesto, mucho mejor que cualquier alcohol. Por cierto, también se puede morir por hiperhidratación, lo que no es frecuente, desde luego.
EliminarEn Ferias solo se puede hacer una cosa: huir. El personal gusta del griterío, mear en la calle, vomitar y mucho toro. Nada de eso está entre mis aficiones. Y además, viene Melendi: otra razón más para escapar. Lo único que me interesa de eso que se avecina es el recital poético de Ana Rossetti.
Otro beso.
Personalmente más que la desobediencia de las reglas, lo que me disgusta es el egoísmo, la falta de empatía con el que está cerca de uno. Cuando vivía en Múnich era común que los locales gritaran a la gente si llegaba a tener alguna de estas actitudes "guarras". Sin embargo, muchos extranjeros del sur global, se quejaban de que al tener accidentes, nadie los auxiliaba siquiera para conducirlos al hospital.
ResponderEliminarAmbas situaciones son para mí guarradas. En general, es una guarrada considerar que el ser humano de al lado no existe. Quizás de eso se trate la famosa civilidad.
¿Cómo no estar de acuerdo en TODO lo que dices?
ResponderEliminarAsí que gracias por volver por aquí.