Me hace gracia eso de buscar un centro de gravedad permanente. Es como la felicidad (Aristóteles dixit): ha de tener continuidad, ser un bien perfecto y completo. Lo demás es gustito, bienestar pasajero. Pero lo que yo quiero es un centro de gravedad permanente.
Io bisogno un centro di gravità permanente che non mi faccia mai cambiare idea sulle cose, sulla gente. over and over again
Os invito a leer el siguiente blog, donde, además, están incluidos unos vídeos de los 80... No tienen pérdida. Me encantan. http://blogs.elcorreo.com/musica-callada/2013/05/21/franco-battiato-centro-de-gravedad-permanente-centro-di-gravita-permanente/
Bueno, tampoco nos pongamos ochentereos, esa época de cuellos amplios de camisas, pantalones de campana, pelos desbocados. Todo desbocado.
A mí me provoca una mezcla de ternura y vergüenza. Me gustó mucho Battiato en su época. Después silencio pudoroso. Y ahora vuelvo a alguna de sus canciones. Es que lo del centro de gravedad permanente es muy pero que muy sugerente.
Gracias por el enlace. Y por ese rato de colaboración al centro di gravità permanente. Aunque en algunos casos sí cambio de ideas sulle cose, sulla gente. Y no es fácil.
Pues me vas a permitir que disienta. Sé que lo de que somos nuestra memoria, y que somos lo que fuimos, y otras frases felices quedan bien. Pero me apunto a lo de Caballero Bonald. Ahora que acabo de entrar en la segunda mitad de mi vida, estoy más seguro que nunca de que soy el tiempo que me queda, lo que voy a hacer, las personas que voy a querer. El pasado ya no existe: todo lo más en forma de recuerdos, alguna que otra herida y un desigual balance de luces y sombras. Seguramente es porque en el tiempo del futuro todo es posible. Cosa de ingenuos.
Puedes escribir tu comentario. Agradezco la inteligencia, la educación y el sentido del humor. Por favor, no enlacéis páginas con contenido comercial, religioso o político. Tampoco las que claramente constituyen una estafa.
Gracias por Battiato.
ResponderEliminarMe hace gracia eso de buscar un centro de gravedad permanente. Es como la felicidad (Aristóteles dixit): ha de tener continuidad, ser un bien perfecto y completo. Lo demás es gustito, bienestar pasajero. Pero lo que yo quiero es un centro de gravedad permanente.
EliminarIo bisogno un centro di gravità permanente
ResponderEliminarche non mi faccia mai cambiare idea
sulle cose, sulla gente.
over and over again
Os invito a leer el siguiente blog, donde, además, están incluidos unos vídeos de los 80... No tienen pérdida. Me encantan. http://blogs.elcorreo.com/musica-callada/2013/05/21/franco-battiato-centro-de-gravedad-permanente-centro-di-gravita-permanente/
Bueno, tampoco nos pongamos ochentereos, esa época de cuellos amplios de camisas, pantalones de campana, pelos desbocados. Todo desbocado.
EliminarA mí me provoca una mezcla de ternura y vergüenza. Me gustó mucho Battiato en su época. Después silencio pudoroso. Y ahora vuelvo a alguna de sus canciones. Es que lo del centro de gravedad permanente es muy pero que muy sugerente.
Gracias por el enlace. Y por ese rato de colaboración al centro di gravità permanente. Aunque en algunos casos sí cambio de ideas sulle cose, sulla gente. Y no es fácil.
“Somos el tiempo que nos queda”, escribe Caballero Bonald, pero yo no lo creo, de igual modo somos quienes fuimos.
ResponderEliminarPues me vas a permitir que disienta. Sé que lo de que somos nuestra memoria, y que somos lo que fuimos, y otras frases felices quedan bien. Pero me apunto a lo de Caballero Bonald. Ahora que acabo de entrar en la segunda mitad de mi vida, estoy más seguro que nunca de que soy el tiempo que me queda, lo que voy a hacer, las personas que voy a querer. El pasado ya no existe: todo lo más en forma de recuerdos, alguna que otra herida y un desigual balance de luces y sombras. Seguramente es porque en el tiempo del futuro todo es posible. Cosa de ingenuos.
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