Enorme siempre, Milan Kundera. Pero he de decir, que aunque con la primera cita estoy totalmente de acuerdo, con la segunda en absoluto... Abandonar filas e ir hacia lo desconocido significa ser valiente, diga el resto del mundo lo que diga.
Se me escapa tu desacuerdo. Quería ilustrar con esas citas la "deserción" de esos bailarines cubanos, que no han hecho otra cosa que decidir que no quieren vivir en Cuba, como otros no hemos querido vivir en algún lugar, lo que no nos ha costado nada más que esa desazón o desarraigo sin mayores problemas, sin que la policía nos vigile. A Kundera le pasó algo parecido. Aún recuerdo cuándo empecé a leerlo, allá por 1988; algunos decía que era un agente de la CIA, un falso fenómeno literario para desprestigiar el comunismo... Mi admirado Camus fue de los pocos que dio apoyo intelectual a los fugitivos de Hungría y Checoslovaquia, frente a la ortodoxia marxista de Sartre y compañía. Ellos, tantos otros, tuvieron que ir hacia lo desconocido. Justamente, me parece que su acto es de valentía.
Gracias por tu respuesta, Atticus. En ese caso estamos totalmente de acuerdo -incluyo a Kundera y a Camus-. Había malinterpretado el carácter irónico de la segunda cita. Valientes todos aquellos que han arriesgado aún pagando un precio muy alto.
Con los comentarios que haces a Timonera ahora entiendo el post. Gracias, antes me había hecho un lío y veía algo de desconexción entre una cosa y otra. So sorry!
Menos mal que a la segunda... Porque lo que estaba claro en mi cabeza no lo está necesariamente en la del que lee. La noticia que ilustraban las citas era la del periódico. De todos modos, no me extraña que esté desconexionado (yo mismo) con el calor y el siempre estresante fin de curso. 130 exámenes de selectividad para el lunes, por si no tenía suficiente. 260 folios por las dos caras para los que no sepan de qué va; eso sí, algunos excelentes, todo hay que decirlo, excepto el que habla de la teleología "inminente", o el que habla del mundo de las ideas en el que se conocen las cosas sensibles. Mejor leed a Camus y a Kundera.
Hay, supongo, distintos tipos de desertor; y estoy seguro de que la mayor parte de ellos no querrían serlo. Desertar es muchas veces un modo de ser digno.
Muchos, supongo yo también. Deserta uno todos los días de pequeñas cosas, de personas que un día dejan de pertenecer a tu vida. También deserta de grandes mensajes, de absolutos, de esperanzas grandilocuentes. Deserta de países, de ideologías, de dioses.
Entiendo que el que deserta lo hace poniendo tanto su voluntad como su dolor (no obstante ha pertenecido). Es producto de la dignidad, como dice aquí el amigo, de la convicción, del conocimiento del error, del examen de conciencia.
No debe confundirse la deserción con la expulsión. Aunque el exilio sea el producto final de ambas casi siempre.
Puedes escribir tu comentario. Agradezco la inteligencia, la educación y el sentido del humor. Por favor, no enlacéis páginas con contenido comercial, religioso o político. Tampoco las que claramente constituyen una estafa.
Enorme siempre, Milan Kundera. Pero he de decir, que aunque con la primera cita estoy totalmente de acuerdo, con la segunda en absoluto... Abandonar filas e ir hacia lo desconocido significa ser valiente, diga el resto del mundo lo que diga.
ResponderEliminarSe me escapa tu desacuerdo. Quería ilustrar con esas citas la "deserción" de esos bailarines cubanos, que no han hecho otra cosa que decidir que no quieren vivir en Cuba, como otros no hemos querido vivir en algún lugar, lo que no nos ha costado nada más que esa desazón o desarraigo sin mayores problemas, sin que la policía nos vigile. A Kundera le pasó algo parecido. Aún recuerdo cuándo empecé a leerlo, allá por 1988; algunos decía que era un agente de la CIA, un falso fenómeno literario para desprestigiar el comunismo... Mi admirado Camus fue de los pocos que dio apoyo intelectual a los fugitivos de Hungría y Checoslovaquia, frente a la ortodoxia marxista de Sartre y compañía. Ellos, tantos otros, tuvieron que ir hacia lo desconocido. Justamente, me parece que su acto es de valentía.
EliminarGracias por tu respuesta, Atticus. En ese caso estamos totalmente de acuerdo -incluyo a Kundera y a Camus-. Había malinterpretado el carácter irónico de la segunda cita. Valientes todos aquellos que han arriesgado aún pagando un precio muy alto.
EliminarCon los comentarios que haces a Timonera ahora entiendo el post. Gracias, antes me había hecho un lío y veía algo de desconexción entre una cosa y otra. So sorry!
ResponderEliminarMenos mal que a la segunda... Porque lo que estaba claro en mi cabeza no lo está necesariamente en la del que lee. La noticia que ilustraban las citas era la del periódico. De todos modos, no me extraña que esté desconexionado (yo mismo) con el calor y el siempre estresante fin de curso. 130 exámenes de selectividad para el lunes, por si no tenía suficiente. 260 folios por las dos caras para los que no sepan de qué va; eso sí, algunos excelentes, todo hay que decirlo, excepto el que habla de la teleología "inminente", o el que habla del mundo de las ideas en el que se conocen las cosas sensibles. Mejor leed a Camus y a Kundera.
ResponderEliminarHay, supongo, distintos tipos de desertor; y estoy seguro de que la mayor parte de ellos no querrían serlo. Desertar es muchas veces un modo de ser digno.
ResponderEliminarMuchos, supongo yo también. Deserta uno todos los días de pequeñas cosas, de personas que un día dejan de pertenecer a tu vida. También deserta de grandes mensajes, de absolutos, de esperanzas grandilocuentes. Deserta de países, de ideologías, de dioses.
EliminarEntiendo que el que deserta lo hace poniendo tanto su voluntad como su dolor (no obstante ha pertenecido). Es producto de la dignidad, como dice aquí el amigo, de la convicción, del conocimiento del error, del examen de conciencia.
No debe confundirse la deserción con la expulsión. Aunque el exilio sea el producto final de ambas casi siempre.